Quien pasea por Roma no puede dejar de visitar un sitio poco difundido pero imperdible por la riqueza de su historia, la belleza de sus antiguas calles y todas las tradiciones del pueblo judío que se combinan para hacer del barrio conocido como el Gueto Judío de Roma uno de los lugares predilectos de los turistas.
El Barrio Judío de Roma está ubicado entre Trastevere y la Plaza Venecia en Roma , donde en 1555 la Bula papal promulgada por el papa Pablo IV segregó a los judíos en un barrio amurallado que se cerraba de noche. Estaba aislado del resto de la sociedad aduciendo el Papado a que el objetivo era evitar que los cristianos se relacionaran con personas de otros credos y a la vez evitar que los judíos sean atacados.
De allí el Barrio Judío de Roma es identificado como el Gueto de los Judíos, quienes sólo podían salir de allí de día con vestimenta identificatoria, padeciendo restricciones a su libertad con sometimientos tales como incapacidad para adquirir propiedades personales, sermones católicos durante el Shabat, limites para ejercer la profesión, pedido anual de permiso para vivir allí y pago de un impuesto por dicho privilegio, entre otros.
Durante la República Romana, en 1798, el Gueto fue abolido pero fue reinstaurado en cuanto el Papado recuperó el control. Luego, en 1848 durante la Breve revolución fue anulado temporalmente hasta que fue derrotado por el Estado Pontificio en 1870.
En la actualidad, el Barrio Judío perpetúa su rica historia, invita a recorrer sus calles, a probar sus exquisitas especialidades de la cocina judía en sus múltiples restaurantes, a conocer la numerosa comunidad judía que la habita o comprar dulces típicos y recuerdos en las tiendas. También tiene múltiples atractivos que remiten a su pasado como las ruinas del Pórtico de Ottavia, la Sinagoga, la Plaza Mattei, el Museo Judío y el Arco de Tito que conmemora el Saqueo de Jerusalem por los romanos, donde los judíos tenían que jurar lealtad al Papa.