Polonia ha sido durante siglos el lugar donde llegaron el mayor número de judíos procedentes de la diáspora. Hoy en día queda una comunidad poco numerosa y muchas huellas de su presencia.
Cracovia: Toda persona que visite Cracovia debería acercarse a la plaza medieval más grande de Europa, a la iglesia de Santa María con su altar-tríptico en madera de tilo, el conjunto de Wawel con el castillo y la catedral (y su destacada capilla renacentista), así como el edificio medieval de la universidad del Colegium Maius, con una colección única de instrumentos astronómicos. A las afueras de la ciudad esta la abadía de Tyniec, del siglo XI, también a la espera de quedar incorporada en la lista de la UNESCO. El barrio judío de Kazimierz conserva en gran medida la riqueza de la herencia judía, con su cementerio del siglo XVI y sus siete sinagogas, una de las cuales es hoy día sede del Museo Judío. Todos los veranos se celebra en este barrio el Festival de Cultura Judía, que atrae a amantes de dicha cultura del mundo entero. Se puede acudir a conciertos, espectáculos teatrales, exposiciones, objetos de arte y baile. Además podemos pasarlo maravillosamente el día de clausura, en el que se celebra un concierto al aire libre en la calle Szeroka, concierto que termina bien entrada la noche. Otros acontecimientos culturales que se celebran en Cracovia atraen a miles de visitantes a la ciudad a lo largo de todo el año.
Varsovia: La característica más llamativa de Varsovia ha sido su regeneración, después de su devastación durante la Segunda Guerra Mundial. Las primeras bombas de la Luftwaffe alemana cayeron en la ciudad al amanecer del 1 de septiembre de 1939. Durante la ocupación nazi, casi el 85% de la ciudad se vio reducida a escombros y 700.000 personas perdieron la vida. Arrasada como resultado de las órdenes de Hitler en 1945, la mayor parte de Varsovia fue reconstruida en una docena de anos. Una visita al Museo Histórico de la Ciudad de Varsovia en la Plaza del Casco Antiguo muestra una película que describe la devastación de la ciudad.
Por medio de los esfuerzos de toda la nación, y del apoyo de las comunidades polacas en el extranjero, los preciosos castillos, monumentos y catedrales que fueron - y son - el corazón y el alma de Varsovia fueron meticulosamente restaurados.
Lodz: Esta ciudad es una metáfora del crisol de cutro culturas, reflejadas en la arquitectura de las mansiones de ricos fabricantes y monumentales fábricas textiles del siglo XIX. Cada año, a finales de verano, reproduce la vida de los representantes de las cuatro culturas: polaca, ortodoxa, judía y alemana, a través del Festival del Diálogo de las Cuatro Culturas con una oferta cultural variopinta y original. Lodz es ciudad natal de tales personajaes como Artur Rubinstein, famoso pianista conocido y reconocido mundialmente; Julian Tuwim, uno de los más populares poetas del s. XX en Polonia. Pasaron por ella también Wladyslaw Reymont, Premio Nobel de Literatura o Roman Polanski, famoso director de cine.
Auschwitz-Birkenau: Los nazis levantaron un campo de concentración en Auschwitz en 1940 y en Birkenau en 1942. El mayor campo de concentración de Polonia se convirtió también en campo de exterminio. Un millón y medio de personas perdieron la vida en este campo. La mayor parte de las víctimas fueron judíos de Polonia o de Europa Central. Durante la Marcha anual de la vida, miles de judíos de todo el mundo y jóvenes polacos caminan desde la puerta de Auschwitz hasta el monumento memorial en Birkenau para dedicar un homenaje a las víctimas del Holocausto.
Más información: www.auschwitz-muzeum.oswiecim.pl