Si tenemos la oportunidad de viajar a Canadá, seguramente, pasaremos algunos días en la ciudad de Montreal, la segunda más grande del país, con una rica historia y una activa vida cultural, lo cual le vale el mote de “capital cultural de Canadá”.
Para conocer la historia judía de esta vívida ciudad, nada mejor que acercarnos a la congregación Shaar Hashomayim, establecida en 1846, para conocer su monumental templo y las exhibiciones artísticas e históricas de su museo.
Técnicamente, la sinagoga no se encuentra dentro de Montreal, sino en sus afueras, en Westmount. Shaar Hashomayim (que se traduce como “Portal del Cielo”) es la congregación más antigua de Canadá, y una de las más grandes.
Su fachada, sin embargo, como notaremos a simple vista, no data de los orígenes de la comunidad, sino que fue reformada en 1922 y se construyó una estructura que la precede, con escalinatas, en la década del 60’.
Su arquitectura interna es imponente, con techos altos, abovedados, columnas y una impactante luminosidad. Como la congregación se rige por normas ortodoxas, las galerías superiores son utilizadas cotidianamente por las mujeres.
Además de su belleza edilicia, desde 2001, se puede visitar un museo que ofrece a los visitantes, de domingo a jueves y con entrada gratuita, una rica colección de arte y de objetos rituales.
Allí, podremos conocer distintos objetos antiguos relacionados con la liturgia judía, libros incunables y también documentación histórica de la comunidad judía canadiense. Aprenderemos sobre la trayectoria de esta comunidad y sobre cómo se han ido estableciendo los judíos en Canadá. Se exhiben fotografías de ceremonias de casamiento, bar mitzvá, brit milá, desde el siglo XIX.
Además de las exhibiciones históricas y religiosas, el Museo Shaar Hashomayim cuenta con una completa colección de arte, que muestra manifestaciones de distintas culturas dentro del judaísmo, como arte folclórico de judíos marroquíes, etíopes y también arte norteamericano y europeo.
El museo y sinagoga Shaar Hashomayim es un excelente lugar para conocer la historia de los judíos en este boreal país, y también para admirar uno de los templos más antiguos y bellos del continente.