Hoy en día, la presencia judía en el mosaico étnico y cultural del Gran Miami es un hecho: En muchos barrios podemos encontrar un deli judío, el idish se habla ampliamente en algunas áreas, las sinagogas y las organizaciones judías abundan, las relaciones familiares y comerciales con las comunidades judías en otras partes de los estados unides y otros paises son fuertes.
De hecho, la comunidad judía del sur de la Florida es la segunda más grande de América del Norte después de Nueva York. En el Gran Miami, 150.000 judíos representan aproximadamente el siete por ciento de su población total. Aunque hay un estereotipo del Gran Miami como el destino preferido de los judíos para visitar y asentarse, puede ser una sorpresa cuán reciente es esta situación, en relación a la historia de Florida y los Estados Unidos. En realidad, el Gran Miami fue una de las últimas comunidades en la Florida en tener una población judía más allá de algunos individuos.
Debido al ambiente severo y al clima inhóspito, este área se consideró inhabitable durante mucho tiempo, y la ciudad de Miami no fue incorporada hasta 1896, con escasamente más de 400 votantes. Había una presencia judía considerable en Miami en ese momento: 12 de los 16 negocios en la ciudad eran propiedad de judíos. Sin embargo la comunidad era demasiado pequeña como para tener alguna institución judía, tanto cívica como religiosa. Para seguir el Kashrut, la carne tenía que ser enviada desde el norte; y hasta 1912 para permitir el entierro en un cementerio judío, los restos del difunto tenían que ser llevados al norte a Jacksonville.
Los registros indican que durante estos primeros años los judíos vivían y trabajaban lado a lado con los no judíos sin demasiada fricción o discriminación. No fue hasta más tarde que la segregación -si bien no legalmente, pero si en la vida social y en los negocios- se convirtió en algo común.
El magnate del ferrocarril Henry Flagler, clave en el desarrollo del sur de la Florida al extender el ferrocarril de la Costa Este de la Florida a Miami en 1896, incluía restricciones hacia los judíos en sus ventas de tierras. El desarrollador Carl Fisher también excluía a los judíos de comprar tierras o alquilar habitaciones en hoteles en Miami Beach. Para los judíos que vivían en Miami y aquellos que pasaban los inviernos en el sur de la Florida en los años treinta y cuarenta, los carteles y folletos publicitarios que publicaban "Clientela restringida" o "Gentiles solamente" eran sólo un aspecto aparente de esta política no oficial de segregación y discriminación.
De hecho, hasta mediados de la década de 1940, a los judíos de Miami Beach no se les permitía vivir al norte de South Beach. Por esta razón, la primera congregación en Miami Beach construyó una sinagoga en 1936 en 3rd Street.
Diseñado por el arquitecto Henry Hohauser, sus características Art Deco ilustran el estilo arquitectónico de la época. Después de años de abandono, fue restaurado a su estado original en 1994 y ha sido colocado en el Registro Nacional de Lugares Históricos de los Estados Unidos. El edificio ahora alberga el Museo Judío Sanford L. Ziff. Su colección cuenta la historia de la vida judía, no sólo en el Gran Miami y Miami Beach, sino en todo el estado de la Florida.
A medida que la costa sureste de la Florida se fue tornando en un área metropolitana vasta y bulliciosa, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, la población judía creció. La Corte Suprema de Estados Unidos prohibió los convenios restrictivos, y Miami Beach se convirtió en el "parque de juegos" de invierno para los judíos estadounidenses, atraídos por anuncios en periódicos judíos en el noreste estadounidense.
Sin embargo, ver a la comunidad judía dentro de la diversidad cultural del Gran Miami como algo homogéneo sería un error. En cuanto a la religión y la observancia, hay judíos reformistas, conservadores, ortodoxos y laicos, con sus propias sinagogas y organizaciones asociadas. Además, hay una gran población de miembros de Jabad Lubavitch, a quienes se los puede ver de compras, especialmente el viernes por la tarde, alrededor de 41st Street en Miami Beach en preparación para el Shabat.
Basada en sus antecedentes culturales y nacionalidad de origen, la comunidad judía es tan diversa como la población general de la zona, con Ashkenazim cuyos antepasados se remontan a Europa central y oriental donde se habla yídish y Sefaradíes, con raíces ancestrales en la Península Ibérica, donde se se habla Ladino. Con el inicio del régimen de Castro en 1959, los judíos han emigrado en gran número de Cuba y de otros países de América Central, América del Sur y el Caribe. Muchos han venido de Europa, tanto antes como después de la Segunda Guerra Mundial, así como África, Asia y Australia. También muchos han venido en grandes cantidades como "snowbirds" o como jubilados permanentes para huir del clima frío en el noreste.
Muchas personas mayores estaban en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y son sobrevivientes del Holocausto. Este segmento de la población está envejeciendo, y su cantidad está disminuyendo. El Memorial del Holocausto en Meridian Avenue en Miami Beach sirve como un testimonio duradero de este oscuro episodio de la historia humana. La gran escultura ambiental, diseñada por el arquitecto de Miami, Ken Treister, combina varios espacios al aire libre y multimedia para expresar la horrible realidad del Holocausto.
Mientras que el Sanford L. Ziff Museo Judío de la Florida y el Monumento al Holocausto son los más importantes sitios históricos, culturales y educativos judíos en el Gran Miami, forman sólo la punta del iceberg de la vida social, cultural y religiosa judía. Hay más de 60 sinagogas, tres centros comunitarios judíos y 13 escuelas de día; la Federación Judía del Gran Miami es un recurso primordial para obtener información sobre las actividades sociales y culturales judías y las oportunidades educativas. Además, las escuelas rabínicas y yeshivot hacen de Miami Beach un importante centro de aprendizaje religioso.
Los hoteles que observan las leyes del kashrut alojan a un gran número de judíos observantes del sur de la Florida y de otras partes del mundo durante los ocho días de Pesaj. La sección judía del cementerio de la ciudad de Miami en la 2da avenida del noreste, con sus lápidas adornadas, ofrece una mirada en las vidas de los pioneros judíos de los 1900s.
Una variedad de tiendas venden arte ceremonial judío y libros sobre Judaica. Los mercados y restaurantes kosher y no kosher sirven comidas típicas de la cocina judía.
En general, la comunidad judía forma una parte vibrante de la diversidad cultural y étnica del Gran Miami y las Playas.
Por Remko Jansonius
Remko Jansonius recibió una maestría en Antropología Cultural de la Universidad Estatal de Utrecht en los Países Bajos en 1989. Trabajó como trabajador de campo folklórico y curador de las colecciones de objetos en el Museo Histórico del Sur de la Florida y como Curador de Colecciones y Exposiciones en Sanford L. Ziff Museo Judío de Florida en Miami Beach. El Sr. Jansonius es además el Director de Colecciones en el Museo de Ciencia de Miami y Planetario de Tránsito Espacial. Es nativo de los Países Bajos y ha vivido en el Gran Miami desde 1989. |