A finales del siglo XIX hebreos de Norteamérica se asentaron en la Isla, algunos como veteranos de la guerra hispano-cubano-norteamericana y otros por negocios.
Son ellos quienes en 1906 fundaron la United Hebrew Congregation, primera organización hebrea, que contaba con una sinagoga reformista y adquirieron las tierras para instaurar un cementerio en la Villa de Guanabacoa.
Entre 1908 y 1917 llegó a Cuba la inmigración sefardí.
En 1914 fundaron la Sociedad Chevet Ahim que en 1936 se fusionaría con la Sociedad Unión Hebrea de Cuba para constituir la Unión Hebrea Chevet Ahim que adquirió en 1942 las tierras para un cementerio también en la Villa de Guanabacoa.
El éxodo de judíos asquenazíes entre 1933 y 1944 estuvo constituido por aquellos que huían del Holocausto durante la II Guerra Mundial. Ellos fundaron varias asociaciones de refugiados que brindaba auxilio a los ya establecidos y a recién llegados.
Sinagogas en La Habana: En 1951 comenzó la construcción del edificio para la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba en el Vedado, la primera de su tipo en el país. Posteriormente, en 1954, se crea Adath Israel en la Habana Vieja, y en 1958, el Centro Hebreo Sefardí, en el Vedado. Los tres fueron concebidos arquitectónicamente con tipologías modernas ya que el destino errante del pueblo judío, en más de dos mil años de exilio ha determinado la inexistencia de una línea artística auténtica en la arquitectura de la sinagoga.
Se destaca por su diseño el Patronato de la Casa de la Comunidad Hebrea, creado por el conocido arquitecto Aquiles Capablanca , quien se enfrascó en una seria investigación previa para proyectarlo de manera que correspondiera con la tradición judaica.
A la izquierda se encuentra la sinagoga Beth Shalom con elementos figurativos en su frontispicio que aluden a la tradición y sentir del pueblo hebreo desde prácticamente sus orígenes.
Cementerios judíos de Guanabacoa:
Cada uno de los monumentos típicos de la tradición se encuentra encarnado en los cementerios judíos de La Habana. Podemos encontrar la matzevah simple destacándose en el sefardí la disposición horizontal (elemento que los caracteriza desde el renacimiento) mientras en el azquenazí prevalece la vertical y está enriquecida con formas arquitectónicas. También aparecen representaciones más sofisticadas como: los sarcófagos cuya función es decorativa pues el difunto sigue siendo enterrado directamente en la tierra como exige la costumbre; mausoleos, principalmente pertenecientes a familias adineradas y el ohel o carpa destinado según la usanza a personajes célebres o héroes y que en nuestro caso está dedicado a las víctimas del holocausto. Cada cementerio contiene su propia Guenizá, lugar de enterramiento de los objetos litúrgicos en desuso.
Desde el punto de vista estilístico el cementerio de la United Hebrew Congregation cuenta con monumentos donde destaca la belleza del material (principalmente granito y mármol de diferentes tonos).