Compositor y pianista judeo-estadounidense, George Gershwin nació en Brooklyn el 26 de septiembre de 1898, y murió producto de un tumor cerebral en Beverly Hills el 11 de julio de 1937. Su nombre de nacimiento era Jacob Gershovitz.
Hijo de una familia de inmigrantes rusos de origen judío, su talento para la música se manifestó a temprana edad, cuando, mediante un voluntarioso aprendizaje autodidacta, aprendió a tocar el piano. Ante su entusiasmo, su padre decidió hacerle estudiar con un profesor, Charles Hambitzer. Su gran sueño era el de triunfar como compositor en las salas de concierto, aunque latente entonces, no tomaría forma hasta años más tarde.
Así, abandonó en 1914 sus estudios para trabajar en una editorial de música en los que, sentado al piano, presentaba al público las melodías de moda. Pronto se animó él mismo a componer sus primeras canciones, algunas de las cuales consiguieron cierta popularidad y, sobre todo, le valieron la oportunidad de escribir su primer musical para Broadway, "La, la, Lucille". Su inmediato éxito significó el verdadero comienzo de su carrera como compositor. A éste siguieron otros títulos como "Lady Be Good, Oh Kay!", "Funny Face, Girl Crazy" y "Of Thee I Sing", que contribuyeron a cimentar su fama y a convertirlo en un personaje aún más popular que sus admirados Kern y Berlín.
George Gershwin, con mínimos estudios formales, quiso profundizar en la composición, ya que sus conocimientos eran más bien intuitivos. Las respuestas de los maestros que Gerswhin consultó hablan por si mismas, ya que ninguno de ellos consideró que su conocimiento intuitivo de la música fuera un obstáculo para él. Aunque el especialista en música del siglo XX Alex Ross cree que es una leyenda, se cuenta que intentó ser discípulo de Ígor Stravinski. Este le preguntó: «¿Cuánto dinero ganó usted el año pasado?». «200 000 dólares», respondió el joven Gershwin. «Entonces yo debería tomar clases con usted», respondió el maestro. Ravel se negó a darle clases, argumentando lo siguiente: «Usted perdería su gran espontaneidad melódica para componer en un mal estilo raveliano. ¿Para que quiere ser un Ravel de segunda, cuando puede ser un Gershwin de primera?»
Entretanto, escribió la pieza sinfónica Un americano en París, y al poco tiempo decidió volver a América.
En 1935 Gershwin estrenó su ópera Porgy y Bess, un retrato de la vida de una comunidad negra en el sur de Estados Unidos. A pesar de algunas dificultades iniciales, Porgy and Bess se impuso rápidamente en los escenarios de todo el mundo.
A comienzos de 1937 comenzó a experimentar dolor de cabeza, mareos y desmayos. Los análisis no revelaron ninguna causa aparente, pero el dolor de cabeza se incrementó con mayor frecuencia y severidad hasta que el 9 de julio Gershwin colapsó en un estado de coma y le fue diagnosticado un tumor cerebral. La Casa Blanca envió dos destructores para que trajeran de su yate, en la Bahía de Chesapeake donde se encontraba de vacaciones, a uno de los más prominentes especialistas de cerebros. Con el tiempo necesario, el Dr. Dandy alcanzó el aeropuerto Newark en su camino a Hollywood; sin embargo, los cirujanos locales decidieron que era necesario operar a George y se encontraron con una situación desesperante. Gershwin nunca se despertó de su coma y falleció el 11 de julio de 1937, a dos meses y medio de cumplir los 39 años, silenciando prematuramente a una de las voces musicales estadounidenses más frescas y creativas. El novelista John O’Hara resumió la actitud de muchos estadounidenses, quienes se rehusaron a creer que Gershwin hubiera muerto cuando dijo: «No lo creeré si yo no quiero».