Cuando realizamos un acto de ayuda al prójimo, los DelaCole decimos que hacemos Tzedaká.
Muchos creen, sin saberlo, que su significado es caridad pero en realidad Tzedaká significa literalmente justicia.
Partamos de la premisa que uno de los pilares del judaísmo es la justicia (en hebreo tzedek). Pero… ¿Qué relación guardan la Justicia y la Caridad?
"…Y cuando segareis las mieses de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, y las espigas verdes al cosechar tu mies, no recogerás; ni los granos de uva de tu viña recogerás; para el pobre y para el peregrino los dejarás; Yo soy el Eterno, vuestro Dios." (Levítico. Cap. 19).
Es decir, ser justo y recto implica que no sometamos a un necesitado al ruego, a implorar por pan, trabajo o salud. Eso es equidad, eso es hacer tzedaká.
Como dice el dicho: “Si ves a un pobre no le des el pescado sino enséñale a pescar”. No hay mejor manera de ganarse el pan que trabajando.
D´s nos ordena a todos, sin diferencia alguna, a cumplir con el precepto de la tzedaká. Todos tenemos algo para brindarle al prójimo. Por lo tanto la Tzedaká dista de ser un acto de caridad.
Cada día tené presente que la Tzedaká, junto a la Tefilá (oración) y la Teshuvá (arrepentimiento) nos hace mejores personas y judíos.
¡Hacer Tzedaka es una Mitzvá… y es también darse a uno mismo!