Ser un shleper vs. Ser un líder - Parte 1 ¿Cuál es la diferencia en tu vida? por Pablo Nachtigall


Ser un shleper vs. Ser un líder - Parte 1
¿Cuál es la diferencia en tu vida?

Por Pablo Nachtigall


A menudo habremos oído la palabra shleper proveniente del idish, como una manera despectiva de calificar a alguna persona. Shleper en idish significa desprolijo, descuidado, vagabundo. Es una de las tantas maneras que los judíos hemos acuñado para referirnos a alguien que no cuida su apariencia, no tiene plata y no hace nada por esmerarse en su cuidado personal.

Sin embargo la palabra Shleper significa algo más que ser descuidado, vagabundo. En su aspecto psicológico mas profundo, shleper se refiere a la característica de asumir una actitud en nuestra vida de egoísmo, reclamar, queja y fundamentalmente no dar nada o poco. Shleper es la actitud de querer recibir solamente y no dar nada. Y la verdad que todos tenemos algo para dar desde nosotros mismos ya sea, afecto, tiempo, energía, dinero o nuestras habilidades al servicio de una causa buena. Se trata de dar desde aquello que nos da placer. Y eso todos lo tenemos.

El único que no puede dar algo es el bebé ya que precisa las 24 hs del día la atención, contención y alimentación de su madre. El resto podemos. Si no lo hacemos es porque no queremos. Quizás porque en nuestro fuero íntimo consideramos que tenemos que seguir siendo atendidos y reconocidos por los demás, tal como mamá lo hacía o no tanto con nosotros.

Es interesante notar, y esto es un testimonio de muchos líderes de instituciones judías, religiosas o no, que la participación de judíos en tareas de voluntariado es poca y escasa en relación a la población judía argentina. Si bien no hace falta que estés dentro de una institución o comunidad para dar, aquellos son medios masivos por donde podes aportar algo de vos para los demás. Y la realidad es que verdaderamente es necesario para un crecimiento espiritual, emocional y material aprender a dar y brindarnos generosamente sin que esto signifique caer en una suerte de complejo de "Madre Teresa de Calcuta".

¿Cómo se manifiesta el shleper en nuestra vida? ¿Vivís como un shleper tu vida?

Estos son algunos ejemplos de cómo se manifiesta el aspecto shleper en nuestra vida diaria.

  • Actúas como príncipe en vez de Rey: Permanecemos la mayor parte del tiempo en una posición y actitud crítica, insatisfecha y reclamadora que nos inhabilita a actuar para generar cambios positivos. El príncipe recibe, el rey ejerce y da.

  • Dinero no es igual a generosidad: Vivimos creyendo erróneamente que porque no somos ricos materialmente, no tenemos lo que dar. De esa manera no damos ni asumimos un compromiso sostenido en brindar algún dinero o tzedaka a alguna institución. Total ya hay "ricos millonarios que están para eso". Cuando la realidad es que siempre podemos dar, mismo una suma pequeña, siempre será útil para alguien.

  • Bebés vitalicios: Nos mantenemos en una posición de solo querer recibir, demandar y exigir, cual bebé que quiere "teta" todo el tiempo.

  • Avaricia: Vivimos escasamente nuestra vida: no nos damos placeres, no profundizamos en nuestro crecimiento personal-espiritual ni procuramos compartirlo con los demás.

  • Shleper = mezquino: Un shleper puede hasta ser inmensamente rico materialmente pero vive limitado en una cerca psicológica donde se mantiene mezquino en su capacidad de amar y dar. Y esto también corre para los pobres. Como verás, ser un shleper no depende de tu nivel económico, sino de tus límites para brindarte generosamente desde tu corazón.

  • Ley de atracción: El shleper suele atraer amigos y parejas shleper a menos que tenga un lado dispuesto a cambiar y dar. Ahí comienza a conocer personas generosas con las cuales es difícil convivir en sus límites estrechos usuales.

  • Mendigos: El shleper busca permanentemente personas que se hagan cargo de sus problemas, busca padres, terapeutas en sus familiares, amigos o pareja. Como el mendigo precisa limosna para vivir, el shleper precisa de la energía de otros, solo que se convierte en una suerte de "vampiro" que chupa, pero no devuelve.

  • Culpa vs Responsabilidad: El shleper echa la culpa al entorno, la política, la situación económica, etc. Todo es motivo y justificativo para seguir sintiéndose impotente, miserable y querer dar poco o nada. O sea no asume la responsabilidad y el potencial que tiene para dar.

  • Mucha cabeza, poco corazón: El shleper tiene enormes dificultades para sentir su corazón por lo tanto suele actuar desde su programación de "escasez emocional" en la que solo contempla su propio ombligo. En su mente considera que es normal dar poco, se ha acostumbrado a ese nivel de intercambio pobre. Si estuviese más conectado con su corazón, sería difícil seguir actuando como shleper.

  • Seducción permanente: El shlper tiende a asumir una actitud seductora constante que esconde su gran temor a la entrega afectiva con la otra persona. Los polos extremos manifiestos de esto son el "Don Juan masculino", eterno mujeriego. O la "loba sexual" que histeriquea permanentemente. La base es la misma: miedo a entregarse desde el corazón lo cual resulta en una actitud miserable emocionalmente hacia el otro.

  • Suplente vs Titular: El shleper prefiere ser "suplente" a la hora de colaborar activamente en alguna causa que implique dar a los demás. Prefiere seguir en las sombras pidiendo y tomando en vez de dar y brindar como un verdadero "jugador titular de la vida".

  • Ser superficial vs. Profundo: El shleper no suele profundizar en sí mismo a través de la terapia o algún trabajo psico-espiritual. Si lo hiciese dejaría de echar culpas afuera, se haría cargo de si y comenzaría a dar y orientarse hacia aquello que lo haga crecer. De alguna manera le resulta más cómodo permanecer en ese estado de "niño demandante".


Cabe aclarar algo. No se trata que seas un shleper a full time, ya que todos tenemos ese lado dentro de nuestra personalidad. Así como tenemos al shleper, también tenemos al líder dentro de nosotros. El punto es aprender a identificar "nuestro lado shleper" y no darle de comer tanto, ya que sino crece y te convierte la vida en una existencia miserable y pobre, mismo que tengas plata y seas exitoso en tu profesión. Algunos eligen permanecer en el shleper mucho tiempo. De esta manera pasan mas tiempo demandando y extrayendo energía de otras personas en vez de asumir la responsabilidad sobre ellos mismos Las razones muchas veces están relacionadas con nuestros modelos y obviamente con nuestra propia negativa a hacernos cargo de vivir una vida más adulta, plena, conciente y generosa.

Una de las quejas más frecuentes en la Web Delacole de sus integrantes se refiere a que muchas personas actúan desde este aspecto shleper en sus intentos de aproximarse. Con lo cual se generan contactos que dejan un saldo de mayor frustración y desconexión entre sus participantes.

Sería interesante que leas esta nota y veas con sinceridad y sin voluntad de flagelarte, en que momentos de tu vida tendés a actuar como un shleper. Cuanto mas conciente seas de "tu shleper", menos aparecerá en forma inadecuada en relación a los demás.


En el próximo artículo abordaremos el aspecto del líder, la otra cara de la moneda. Líder es aquel aspecto que todos poseemos y que nos permite dar y compartir desde nuestro corazón con los demás, aquello que amamos, nos da placer y somos competentes.

Lic. Pablo Nachtigall - Psicólogo y Terapeuta en Bioenergética Transpersonal
http://psicoholistica.tripod.com/psicologiaholistica/

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