Quiero una cosa, pero me descubro haciendo otra… por Mariana Gilbert


Quiero una cosa, pero me descubro haciendo otra…
Por Mariana Gilbert


Tiempo atrás, Adrián, un arquitecto de 31 años, se quejaba frecuentemente en las sesiones: No  lograba conocer a una mujer a nivel más profundo e iniciar así, una relación de pareja.
Frecuentaba pubs, reuniones sociales, establecía contactos fácilmente, tenía primeros encuentros pero … nunca llegaba a conseguir el estilo de relación deseada.

Adrián comentaba que al  encontrarse con una mujer que en principio le interesaba, por su aspecto físico  y algunos rasgos de personalidad, en la primer salida  aparecían datos de ella, o modos de comportarse, que hacían que su interés se fuera diluyendo…
… Y nunca más volvía a contactarse con ella…



Quizás alguna vez hayas vivenciado una situación similar.
Podemos preguntarnos aquí si Adrián actúa acorde a su objetivo deseado.
Supuestamente quiere conocer a una persona a nivel más profundo, pero ¿se lo permite?
Vemos cómo él  descarta esa posibilidad inmediatamente (hasta podríamos pensar que presenta poca tolerancia a la frustración). Rápidamente, da por perdido ese encuentro ya que observa  ciertos aspectos que le desagradan y no vuelve a contactarse con dicha persona.
Podemos ver que no genera una escena para conocer a alguien más profundamente.

¿Qué quiere decir generar una escena?
Nos remite a la pregunta: ¿Que tiene que ver Adrián con esto que le pasa, con su queja frecuente? Es decir; somos responsables subjetivamente de nuestros actos, por acción u omisión. Armamos un escenario activamente, de manera conciente o inconciente. Las cosas que nos pasan tienen que ver en parte con elecciones que hacemos activamente en nuestra vida, aún sin darnos cuenta.

El resultado depende de lo que él hace (o no hace).

Aún  podemos pensar: ¿realmente deseará esto?
Quizás concientemente quiera eso, pero a un nivel más profundo desee otra cosa…
Habrá que reflexionar y analizar qué le pasa a Adrián para que no obtenga “lo que quiere”. 

Claramente en este punto, apreciamos un conflicto psíquico. Es decir, la coexistencia en un individuo de tendencias opuestas, capaces de generar malestar, base de los trastornos neuróticos. El conflicto se manifiesta de esa manera: deseando algo y actuando de una manera opuesta a lo que se desea.

Y vos, actúas acorde a lo que deseás?

Lic. Mariana Gilbert
Psicóloga Clínica.  Psicodiagnóstico 
Orientación Vocacional
licgilbert@gmail.com
www.marianagilbert.blogspot.com/


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