Pesaj en soledad Por DelaCole.com
Los que tenemos la fortuna de cada Jag HaPesaj tener que pedir prestada mesas y sillas a los vecinos porque nuestra familia sigue creciendo, tal vez no nos percatamos que hay personas que no tienen la bendición de tenerla.
“Este es el pan de la aflicción que comieron nuestros antepasados en Mitzraim. Que entren y coman los que padecen hambre, que vengan a celebrar Pesaj todos los necesitados” (Hagadá-Maguid)
Tal vez tu zeide o tu Opa, te enseño de pequeño la importancia de hacerle un lugar a quien no tenga con quien compartir el jag o padezca problemas económicos. Y ahora que creciste y algunas veces organizás el Seder en tu casa continuás con su enseñanza.
Esta nota está dirigida a quienes no tienen con quien pasar el Seder, por diferentes circunstancias de la vida. En realidad es para aquellos que creen erróneamente que están solos, porque donde se encuentren va a haber una comunidad y sus miembros dispuestos a recibirlos y compartir el seder.
Quedarse en casa en soledad pasa a ser una elección. Siguiendo la esencia del jag tenés la libertad de elegir vivenciarlo sólo o como parte de una kehilá que no sólo te abre sus puertas sino en la que con el tiempo te convertirás en un integrante fundamental.
Estamos seguros que también muchas familias estarán felices de recibirte en su Seder. Sobre todos los chicos fomentan vínculos en los que adoptan abuelos, tíos y hasta padres y hermanos postizos. Son relaciones únicas, en los que no hay diferencia alguna con los lazos biológicos.
Acercate a la comunidad de tu preferencia y anotate para pasar allí un Pesaj especial, rodeado de judaísmo, alegría, emoción y afecto. Llamá ahora a quien te gustaría compartir el Seder y/o a quien te invitó y confirmales que aceptás su invitación. Tu presencia en el Seder lejos de incomodar o molestar puede ser deseada por los demás asistentes y podés aportarle alegría, judaísmo, sabores deliciosos y afecto.
Esclavos fuimos y hoy somos libres… Nuestra historia nos demuestra que lo conseguimos gracias a que fuimos y somos un pueblo unido, hermanado. Vicisitudes de la vida llevaron a que creas no tener con quien compartir el Seder… está en vos no ser esclavo de tus propias ataduras que te impiden permitirte disfrutar de un Seder de Pesaj en compañía.
¡Jag HaPesaj Sameach!
DelaCole.com
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