Tras las declaraciones de Eisenberg, en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, de Tel Aviv, el Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) emitió un comunicado señalando que no existe una posibilidad de guerra inminente.
"Parece una Primavera Árabe, pero también puede ser un invierno fundamentalista islámico", advirtió Eisenberg en su disertación.
"Esto nos lleva a la conclusión de que en este proceso a largo plazo, la probabilidad de una guerra total está creciendo", dijo el general.
"Irán no ha abandonado su programa nuclear. Por el contrario, continúa a toda velocidad", aseguró. "En Egipto, el Ejército está colapsando bajo la presión de frecuentes operaciones de seguridad, y esto se refleja en la pérdida de control del Sinaí y la transformación de la frontera con Israel en una frontera plagada de actividades terroristas, con la posibilidad de que el Sinai caiga bajo el control
de una entidad islámica".
"En el Líbano, Hezbollah se está fortaleciendo dentro del gobierno, y no ha perdido su voluntad de atacar a Israel; y las relaciones con Turquía no son de lo mejor", agregó el militar.
Refiriéndose a lo que caracterizó como un "invierno extremista islámico", el general Eisenberg manifestó que "esto eleva la probabilidad de una guerra total , con la posibilidad de que se empleen armas de destrucción masiva"
Durante su disertación, el alto oficial de Tzáhal reveló que los grupos terroristas de Gaza emergieron con cohetes y misiles más letales durante la última escalada, en agosto. Como resultado de esto, se instruyó a los civiles israelíes para que tomen mayores precauciones, afirmó.
"Descubrimos una nueva arma, y por lo tanto, ordenamos al público guarecerse bajo dos techos y no bajo uno solo", subrayó.
Sin embargo, los dichos del general Eisenberg enfurecieron a altos oficiales de Defensa, que lo criticaron por revelar información clasificada y elevar la tensión regional.
No obstante, el discurso de Eisenberg fue aprobado por la censura oficial para su publicación.
