La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó pocos minutos de las 9:30 horas al acto central de la AMIA por los 17 años del atentado a la sede central de la mutual judía.
La Presidenta llegó vestida de negro, con un gorro del mismo color, y cubierta por un paraguas por la lluvia que se registraba en la ciudad de Buenos Aires. El acto denominado “Atentado al olvido” comenzó a las 9:53 horas, en la hora exacta del momento del atentado.
La jefa de Estado llegó acompañada por su gabinete, como el ministro de Economía Amado Boudou, el ministro de Trabajo Carlos Tomada, el secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli y el canciller Héctor Timerman.
Sergio Burstein, familiar de víctimas de la AMIA, conversó unos minutos previamente al acto con la mandataria nacional.
A las 9:53 como es habitual sonaron sirenas y poco después, la periodista Mónica Gutiérrez –conductora del acto- pidió un minuto de silencio. La Presidenta, en la calle y arriba del escenario, estuvo rodeada por dos jóvenes con las que conversó de a ratos: una de ellas, lloró en un momento y la jefa de Estado le susurraba comentarios.
Max Berliner, Boy Olmi, Juan Carr y Soledad Silveyra leyeron los nombres de las 85 víctimas, con una respuesta de “Presente” luego de cada mención.
El presidente de AMIA, Guillermo Borger, habló en primer término y pidió rescató el fallo de la Corte Suprema para que se juzgue nuevamente a Carlos Telleldín. Y dijo que se esperanzaban en que se juzgue también a la llamada “conexión local”, pero que eso no sucedió: “A dos años, no hay un solo imputado nuevo ni hay pruebas nuevas ni nada ha surgido para esclarecer la muerte de 85 personas”.
Condenó la actitud de Irán, al decir que “nos irrita la defensa de la República de Irán” y luego, se dirigió a la Presidenta, ubicada en primera fila justo debajo del palco.
Borger señaló que “17 años de búsqueda sin resultados son demasiado” y afirmó: “Señora Presidenta, agradecemos su presencia pero no es suficiente: necesitamos justicia de inmediato”.
Luego, fue el turno del juez federal Daniel Rafecas. Recordó que como miembro de la Justicia, le tocó reconstruir la vida cotidiana en los centros clandestinos de tortura y represión de los militares argentinos.
“El hecho de ser judío significa un especial ensañamiento y significaba tener mayor chance de un traslado, o sea, ser desaparecido”, relató el magistrado sobre la suerte en los centros clandestinos argentinos durante la última dictadura.
“¿Como a alguien se le puede ocurrir que vamos a cesar en la búsqueda de justicia” , indicó Rafecas. Y relacionando al Holocausto con los atentados de Israel y la AMIA, dijo: “¿Alguien puede negar que detrás de estos hechos está el antisemitismo más visceral?”.
Para este acto denominado “Atentado al olvido” se ha establecido el post #tweetdeluto para la red social Twitter y la página tweetdeluto.com
Fuente: Clarin.com