El acto de la AMIA en conmemoración de las víctimas por el atentado del 18 de julio de 1994 tuvo un cierre polémico, con el discurso de Sergio Burstein.
El familiar, embistió en su intervención contra el jefe de Gobierno porteño, el rabino Sergio Bergman y el periodista José “Pepe” Elaischev.
Burstein, dijo que “tenemos bien presentes en la comunidad que hay dirigentes que están comprometidos con la verdad y no con el amiguismo”. Y cuestionó públicamente a dirigentes de las instituciones judías. Y también, al ex presidente Carlos Menem, a quien criticó: “Ahora quiere renovar la banca (de senador). La debe renovar, pero en la cárcel”.
Luego, emprendió contra el comisario Jorge Palacios, quien fuera designado por Mauricio Macri como el primer jefe de la Policía Metropolitana, al decir que “escucharon mis conversaciones con mi familia, con mis compañeros de lucha” y dirigiéndose a los presentes dijo: “¡Nos escucharon a todos!”.
Y dijo de Macri: “Él nunca merecerá nuestro respeto” y lo definió como “el mismo que nos mintió y nos dio vuelta la cara". También criticó al periodista José Pepe Eliaschev y al rabino Sergio Bergman, lo que mereció silbidos de una parte de algunos de los asistentes y un momento de fuerte tensión.
El referente de la asociación Familiares de las Víctimas del Atentado a la AMIA, denunció hoy "la bajeza del oscuro y amoral seudo periodista" José ´Pepe´ Eliaschev por haber asegurado que existe un supuesto convenio de impunidad sobre el atentado a la mutual judía entre Argentina e Irán.
Burstein, cercano al Gobierno nacional, dijo que Eliaschev "no es digno ni creíble" y "tampoco llega a ser un operador porque es un títere al que se le ven los hilos".
Y después, acusó al rabino y candidato a legislador por el macrismo, Sergio Bergman, de amenazar a los familiares de las víctimas "haciéndonos saber "que tiene la lista de nuestros nombres".
Ello "nos hizo sentir como en la terrible época del gobierno militar y las listas negras", sostuvo Burstein en su discurso.
Una mujer allí le gritó: “Callate ya” y algunos silbidos acompañaron su reprobación a Burstein. Allí, una familiar ubicada en el palco, tomó el micrófono y dijo que esa era la posición de los familiares y que al que no le gustaba, se podía ir del acto. Después, defendió las posturas del Gobierno nacional en los últimos años sobre el caso AMIA.
Después, criticó al presidente boliviano por recibir a un acusado por el atentado y aseveró que “Evo Morales hace tiempo que coquetea con Amahdinejad” y definió al gobernante iraní como “el nuevo Hitler”.
Finalizó con la lectura de una carta de su hija Romina, quien lamentó la pérdida de su madre en el atentado a la sede de la mutual judía en julio de 1994.
Bergman también recibió gritos y críticas de una asistente al acto, cuando el rabino se retiraba de la recordación a las víctimas del atentado.
Fuente: Clarin.com