La compensación ha sido negociada entre el banco, uno de los principales del país, y la Comisión para la Localización y Restitución de Bienes del Holocausto, establecida por el Estado de Israel y que inició el pleito en junio de 2009.
El arreglo fuera de tribunales cierra la puerta a cualquier reivindicación respecto a la presunta existencia de 3.577 cuentas durmientes abiertas por judíos en el Banco Anglo-Palestino, el antecesor de Leumí, antes de ser asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
La Comisión valoraba hoy esas cuentas en unos 300 millones de shékels (unos 60 millones de euros o 84 millones de dólares), mientras que la entidad mantenía que la demanda no ha lugar al considerar que
se basa en "errores" en los registros.
De hecho, en el comunicado conjunto sobre el acuerdo extrajudicial, el banco subraya que el abono de los 130 millones de shékels "no supone ningún tipo de reconocimiento de las demandas de la Comisión", sino que nace de un deseo de "ayudar a las víctimas del Holocausto".
En 2007 el banco ofreció 20 millones para tratar de cerrar una polémica que había saltado a la luz cinco años antes y que se originaba en una serie de demandas similares contra entidades financieras europeas en los noventa.
Tras años de diálogo infructuoso, la Comisión llevó al Leumí ante los tribunales en junio de 2009 y a principios de 2010 las partes recurrieron al arbitraje judicial, a través de la mediación del diputado, Zeev Bielski.
El acuerdo final fue firmado por recomendación de los tres miembros del panel de arbitraje: el académico Omri Yadlin, de la Universidad de Tel Aviv, y las ex juezas del Supremo Tova Strassberg-Cohen y Ruth Elias-Sternberg.
