Los hechos, calificados de "escándalo en la Bundesliga", ocurrieron el domingo, un día después del partido contra Maguncia, que terminó con derrota 4-0 para los del Kaiserslautern.
Un grupo de unos diez hinchas, que tienen prohibida la entrada en el estadio porque están fichados como "hooligans", increparon a Shechter desde la tribuna y le mostraron el saludo hitleriano.
El propio jugador no se percibió de lo ocurrido: "Oí que alguien gritaba en el estadio. Pero no sé qué dijeron", afirma Shechter, quien estos días descansa, porque su novia está a punto de dar a luz.
La cuestión ha desatado manifestaciones de repudio en la clase política y la comunidad judía, mientras desde el Kaiserslautern se estudia la posibilidad de interponer una denuncia por incitación a la violencia racista.
El socialdemócrata Kurt Beck, primer ministro de Renania Palatinado, el "Land" del que es capital Maguncia, afirmó que el asunto le "avergüenza".
El presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Dieter Graumann, calificó el asunto de "vergüenza y escándalo" para el fútbol alemán.