Los reclusos, que en su gran mayoría cumplieron la mayor parte de sus condenas, fueron trasladados en autobuses del Servicio de Penitenciaría escoltados por la policía.
Tras la liberación de los presos, el ala militar de Hamás amenazó secuestrar más soldados para liberar alóóóó resto de los terroristas palestinos presos en las cárceles de Israel.
"Hemos liberado el veinte por ciento de los prisioneros por un soldado. El objetivo de la resistencia palestina es liberar a todos los presos de las cárceles israelíes… Este logro no es el final de la historia… Continuaremos trabajando para los prisioneros a cualquier costo", expresó el vocero del ala militar de Hamás, Abu Obaida.
En la cárcel Ayalón, en Ramle, fueron congregados 544 presos, a los que se les sumaron seis
mujeres presas de la cárcel de Sharón. De allí fueron trasladados a sus destinos.
La gran mayoría de los presos (505) fueron liberados en Cisjordania. En tanto que 41 presidiarios fueron regresados a Gaza a través del cruce Kerem Shalom. Dos de ellos fueron enviados a sus hogares en Jerusalén oriental y dos a Jordania, a través del puente Allenby.
Ninguno de los presos liberados era miembro de Hamás y ninguno de ellos tenía "sangre en las manos" o cometió delitos de sangre, según las fuerzas de seguridad.
La mayoría de los presos fueron detenidos por arrojar cocteles molotov o piedras - y cerca de 400 de ellos han cumplido dos tercios de la sentencia.
También fue liberado Salah Hamori, que planeó el asesinato del líder spiritual de Shas, rabino Ovadia Yosef, y Taltal Naasan, un alto miembro de la Fuerza 17, quien confesó haber tomado parte en ataques con armas de fuego y plantado bombas cerca de Ramallah.
Entre los liberados también se encuentra Darwis Dadar, un terrorista del grupo Tanzim, involucrado en un atentado suicida en Jerusalén en el que fueron asesinados tres israelíes, en 2002.
En la primera fase del canje, llevada a cabo en octubre, Israel liberó a 477 palestinos, incluyendo a los autores de los atentados más sangrientos de la década pasada.