Tres jueces de la máxima instancia judicial, Miriam Naor, Edna Arbel y Salim Yubrán, leyeron un resumen de la sentencia sobre el recurso de Katzav contra la pena de prisión por violación y otras ofensas sexuales cometidas contra tres subalternas cuando era ministro de Turismo y presidente del Estado.
El Tribunal de Distrito de Tel Aviv había condenado en marzo pasado a Katzav a siete años de prisión por los delitos de violación y agresión sexual.
El que fuera presidente del Estado de Israel entre 2000 y 2007 también fue condenado entonces a cumplir dos años de libertad condicional y a pagar 100.000 shékels (unos 20.000 euros o 28.300 dólares) a una de las mujeres que violó y 25.000 shékels a otra de las denunciantes.
El ex presidente decidió recurrir su condena por violación y alegó que las relaciones sexuales mantenidas con una de las demandantes fueron consensuadas.
El mismo tribunal de Tel Aviv que dictó la pena en marzo, le había declarado en diciembre de 2010 culpable de violar en dos ocasiones a una ex funcionaria del Ministerio de
Turismo, del que fue el máximo responsable entre 1996 y 1999.
También le consideró culpable de un delito de abuso y acoso sexual a dos funcionarias de la Presidencia, así como de otros delitos menores como abuso de poder, obstrucción a la justicia y acoso a testigos.
¿Pide perdón?
Katzav admite que "está deshecho", pero prometió no cometer suicidio.
Varios días después de que el Tribunal Supremo dictaminó la condena a violación del octavo presidente de Israel, Katzav por primera vez pidió disculpas a las mujeres que se quejaban contra él en una entrevista publicada en el diario Iediot Ajronot.
Añadió: "Le prometo a mi familia que seré fuerte, pero incluso el hierro golpeado tantas veces como lo he sido en los últimos cinco años, con el tiempo se tuerce".
"Maldigo el día en que fui elegido presidente del Estado de Israel", dijo.
"Respeto la decisión de los jueces, pero están equivocados. Mi condena no puede basarse únicamente en la decisión de que la principal testigo es confiable".
Tres semanas antes de que esté programada su condena, el presidente expresó cierto pesar. "Pido disculpas a las mujeres que se quejaron en contra de mí si las dañé de alguna manera".
Para finalizar, prometió al periodista: "Voy a seguir luchando por mi inocencia. La verdad va a salir al aire, incluso si ocurre después de mi muerte".