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"Los comentarios de Castro demuestran su profundo conocimiento de la historia del pueblo judío y del Estado de Israel", subrayó Netanyahu.

Cuando el reportero del Atlantic, Jeffrey Goldberg le preguntó al ex presidente cubano si en su opinión Israel tiene derecho a existir como Estado judío, "Sí, sin lugar a dudas", contestó Castro.

Posteriormente, Goldberg le preguntó al líder de la Revolución Cubana si su hermano, Raúl Castro, actual presidente de Cuba, restablecería las relaciones diplomáticas con Israel; a lo que Fidel respondió: "estas cosas llevan su tiempo".

Durante la entrevista, Castro aludió explícitamente al Holocausto: "Ahora, imaginemos que yo fuera Netanyahu", dijo el líder cubano de 84 años de edad, "que estoy allí y me siento a pensar [los problemas que enfrenta Israel], recordaría que seis millones de hombres y mujeres judíos, de todas las edades fueron exterminados en los campos de concentración".

Por su parte, el presidente Shimón Peres, también se refirió a los comentarios de Castro, afirmando que el apoyo del líder cubano hacia Israel "me conmovió muchísimo".

"Debo confesarle que sus comentarios fueron, en mi opinión, inesperados y llenos de una profundidad intelectual única", escribió el presidente en un mensaje dirigido a Castro.

Peres llegó a comparar a Israel con Cuba al expresar su deseo de paz, subrayando que "Cuba es una isla, rodeada de agua. Israel es una isla política, rodeada de amenazas. Usted intentó navegar a grandes mares, para demostrar que una pequeña extensión geográfica no tiene por qué reflejar la pequeñez humana, y nosotros estamos tratando de demostrar que el pequeño tamaño político no tiene necesariamente que reflejar el tamaño de nuestros valores. Por lo tanto, queremos ver a nuestros vecinos como amigos, y si las cosas son mejores para ellos; serán mejores para nosotros".

"Sus palabras exhiben un sorprendente puente entre una dura realidad y un nuevo horizonte", añadió Peres. "Le doy las gracias desde el fondo de mi corazón. Ha demostrado que incluso los que están lejos pueden estar cerca".

En un tramo anterior de la entrevista, Castro instó el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, a dejar de difamar a los judíos, y dedicó gran parte de una conversación de cinco horas a la cuestión del antisemitismo.