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En los últimos cinco días se han registrado nueve intentos de ataques con arma blanca contra policías en Jerusalén y contra soldados en la Cisjordania ocupada, que han concluido con la muerte de siete de los agresores.

Este repunte de incidentes ha puesto fin a una fase de varias semanas de relativa calma en las que había habido un notable descenso de los niveles de violencia. Hasta el punto que apenas tres días antes de que tuviera lugar el primer ataque el Alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, había dado públicamente por concluida la última pseudo-Intifada (que se saldó con la muerte de 34 israelíes, 5 extranjeros y más de 200 palestinos en espacio de diez meses), quizás en su afán de ver incrementar el número de turistas y peregrinos que visitan la ciudad santa.

Según la versión oficial, Amro llegó de Jordania con la decisión tomada y atacó premeditadamente -con dos cuchillos- a un grupo de agentes en las inmediaciones de la Puerta de Damasco. La familia del fallecido puso en duda esta conclusión y, de acuerdo a varios medios jordanos, aseguró que el joven simplemente solicitó el visado porque quería rezar en la Explanada de las Mezquitas con motivo de las fiestas del Eid el Adha (fiesta del cordero). El ministerio de Exteriores jordano permaneció en silencio hasta el día siguiente, cuando hizo público un comunicado en el que calificó de “bárbara” la muerte de su ciudadano (pues en la mayoría de los casos los agentes podrían reducir con facilidad a los atacantes, incluso dispararles en las extremidades, en vez de tirar a matar).



Sea como fuere el hecho, la muerte de Amro se convirtió en el detonante de un nuevo repunte de incidentes, que se han concentrado en la parte oriental de Jerusalén y en la ciudad dividida de Hebrón (en la que los palestinos controlan el 80% y los israelíes el 20% restante, según el acuerdo de retirada de 1997).

A partir de ahí, se han producido otros ocho ataques similares que han dejado a varios soldados y policías heridos y conducido a la muerte de los atacantes, casi todos ellos varones de entre 17 y 21 años. Esta oleada de ataques ha vuelto a colocar a las fuerzas de seguridad hebreas en estado de “alerta máxima”, según afirmó Benjamín Netanyahu justo antes de viajar a Nueva York.

El primer ministro israelí se desplazó a la ciudad estadounidense para asistir a la reunión anual de la Asamblea General de la ONU ante la que interviene hoy, jueves. Previamente mantuvo un encuentro de una media hora con el presidente de los Estados Unidos Barak Obama, al que agradeció el reciente acuerdo bilateral en materia de seguridad y defensa para el próximo decenio.

Según el acuerdo, Israel pasará a recibir 3,8 billones de dólares anuales para la compra de sistemas armamentísticos estadounidenses y para financiar investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) militares israelíes hasta el sexto año, a partir del cual ya no podrá subvencionar a empresas propias sino que sólo podrá comprar a proveedores estadounidenses (condición inexistente en acuerdos previos).

Aunque en términos absolutos el paquete de ayudas se ha incrementado (al pasar de 3,2 a 3,8 billones) Netanyahu ha sido criticado por haber perdido en términos relativos, dado que hubo un momento de las negociaciones en que se llegó a barajar la cifra de 5 billones anuales. No obstante, una deteriorada relación con Obama y diversos desplantes en las negociaciones de paz no propiciaron que esto sucediera, según apuntan algunos analistas en medios israelíes.

La firma del acuerdo ha coincidido con la filtración de varios correos electrónicos del ex-secretario de Estado, Colin Powell, en los que descubre que Israel dispone de unas 200 ojivas nucleares, la mayoría de ellas apuntando a Irán.

Si bien Netanyahu quiso lanzar un ataque preventivo contra el programa nuclear iraní –es conocida su intervención ante la Asamblea General de 2012 cuando mostró un diagrama con una bomba– nunca llegó a hacerlo en parte por contar con la oposición de Obama, con el que nunca mantuvo una buena relación personal. Así que independientemente de si el próximo 8 de noviembre gana Hillary Clinton o Donald Trump en lo que respecta a las relaciones de Bibi con la Casa Blanca éstas sólo pueden mejorar.



Fuente: http://www.clarin.com/mundo/cuchillazos-estalla-nueva-violencia-Israel_0_1655234489.html