La aerolínea israelí El AL confirmó hoy, mediante un documento que llegó esta mañana a la oficina de la aerolínea en Buenos Aires, que se retirará de Latinoamérica a partir del 10 de noviembre, en donde tiene actualmente tres vuelos semanales directos (domingos, martes y jueves) desde San Pablo a Israel. En diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), la directora de El AL Argentina, Mónica Hornstein, contó que la decisión se tomó debido a los costos operacionales y de petróleo, que en Brasil “son muy altos”, y a temas de seguridad.
La compañía aérea había establecido vuelos directos entre Tel Aviv y San Pablo hace más de dos años, lo cual había generado una gran cantidad de turistas latinoamericanos. Desde el acuerdo entre ambos países, fue la primera vez que se pudo viajar sin escalas al Estado Judío.
La empresa tiene pasajes vendidos hasta enero y febrero del 2012, y Hornstein informó que dichos boletos serán cambiados con los socios extranjeros, como Aerolíneas y Air Europa, y que “la casa matriz se hará cargo”.
El ministro consejero de la Embajada de Israel en Argentina en su despedida el jueves pasado en la casa del embajador, destacó distintos puntos de colaboración entre Argentina e Israel e hizo mención al trabajo conjunto en lo que tiene que ver con aviación civil. Esto indicaría que sería posible la existencia de la ruta Tel Aviv-Buenos Aires, independientemente del cierre de la ruta Tel Aviv-San Pablo.
Con respecto a esto, Hornstein expresó que la suspensión del trabajo de El AL en Brasil “no quita que se genere un acuerdo entre Argentina e Israel en un futuro”.
Según declaraciones del presidente de la empresa, Aluf Elyezer Shkedy, el año pasado en Argentina, El AL busca “avanzar con el proceso de regionalización de la línea en América Latina y analiza firmar una serie de acuerdos con Aerolíneas Argentinas, o las brasileñas GOL o TAM”.
Durante su última visita a la Argentina en noviembre del 2009, el presidente israelí, Shimon Peres, volvió a Israel en un vuelo de la línea aérea El AL en la ruta San Pablo-Tel Aviv junto con familias sudamericanas que se radicaron en diferentes ciudades israelíes.
Fuente: Itón Gadol