La semana pasada, Falk publicó el dibujo de un perro con kipá, que tiene escrito “EE.UU.” en su vientre, orinando a la representación de la Justicia, mientras devora huesos sanguinolentos de un esqueleto (ver imagen).
La caricatura fue agregada a un puesto que alega que las órdenes de capturad dictadas por la Corte Penal Internacional contra el líder libio, Muammar Gaddafi, y su entorno tienen una motivación política.
El vocero de la alta comisionada, Rupert Coleville, declaró ayer, jueves, al diario israelí The Jerusalem Post que Falk había pedido disculpas, pero si bien fue “claramente desafortunado y no debería haber aparecido allí”, no puede hacer comentarios sobre un relator especial designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Sin embargo, el director ejecutivo de UN Watch, Hillel Neuer, rechazó este argumento, ya que en 2005, el entonces alto comisionado, Louise Arbour, criticó fuertemente a un funcionario en ese cargo.
Si bien la sacó de su blog, Falk aseguró que “quizá no entendí la caricatura; desde luego no me di cuenta de que podía ser vista como antisemita, y todavía no me doy cuenta” por qué.
Pero luego advirtió que el perro llevaba una kipá y no un casco, reconoció que el dibujo era antisemita y se disculpó.
En tanto, el director nacional de la Liga Antidifamación, Abraham H. Foxman, le reclamó al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que despida a Falk, ya que su comportamiento “está fundamentalmente en contra de los valores e ideales que un relator especial debería cumplir”.
Por su parte, Ileana Ros-Lehtinen, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense, criticó duramente a Falk y propuso que el Congreso retenga los fondos para el Consejo de Derechos Humanos hasta que implemente reformas.
Fuente: Itón Gadol
