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El Plan de Retirada de la Franja de Gaza y de cuatro asentamientos en Cisjordania fue aprobado por el Gabinete israelí el 6 de junio de 2004, y por la Knéset el 25 de octubre de 2004. Sin embargo, la idea no se hizo pública hasta un año después. El entonces primer ministro, Ariel Sharón, expresó su punto de vista en favor de la retirada unilateral.
Con el Plan quedaba claro que la contigüidad territorial estaría garantizada para los palestinos en las zonas que debían ser evacuadas, y que no quedaría presencia militar permanente israelí alguna.
Durante el transcurso de 2005, el Plan de Retirada fue revisado y finalizado. También se integró en el marco de las relaciones entre Israel y la Autoridad Palestina (AP).
En una cumbre celebrada en Sharm el-Sheik el 8 de febrero de 2005, representantes de la AP, Egipto y Jordania discutieron y aprobaron el Plan. La cumbre también fue testigo de la proclamación del alto al fuego entre Israel y la AP, que puso fin a cinco años de hostilidades manifiestas entre ambos bandos. A la cumbre le siguió la aprobación definitiva del Plan por parte de la Knéset, el 16 de febrero de 2005.
Los primeros meses de 2005 fueron testigos de una campaña de oposición por parte de los residentes israelíes en la Franja de Gaza y Cisjordania y sus seguidores, que se inició con una gran sensación de convicción por parte de sus adheridos de que era posible evitar la medida. De todos modos, el apoyo público al plan de desconexión siguió siendo relativamente elevado durante los meses previos a la implementación.
A pesar de la campaña de oposición, la Knéset aprobó la versión definitiva de la Ley de Implementación del Plan de Retirada. En ella se establecieron una serie de medidas prácticas para la recolocación y la compensación a los israelíes residentes en la Franja y en cuatro comunidades de Cisjordania que serían desmanteladas.
Seguidamente, el Plan modificado y enmendado por la Knéset se presentó ante el Gabinete israelí el 20 de febrero. El Gabinete lo aprobó, y el 17 de marzo, el Comando Sur del Ejército emitió un comunicado que prohibía a los ciudadanos israelíes que no residían en los asentamientos de la Franja de Gaza establecerse en la zona.