Los altos costos de los viajes de los colegios israelíes a Polonia (cerca de 5.500 shekels) evitan que cientos de miles de adolescentes visiten ex campos nazis de concentración y aprendan una lección importante en la historia del pueblo judío.
Roi Yesod, de 37 del kibutz Ravid, miembro del movimiento social educacional Dror-Israel, ha decidido intentar calmar las dificultades de fondos de los estudiantes.
Junto con sus amigos de los movimientos juveniles Hashomer Hatzair y Hamahanot Haolim, Yesod fundó Keren Hanetzach (“Fundación Eternidad”), que permite que los adolescentes de3 poblaciones con problemas socioeconómicos participen en los viajes escolares a Polonia.
“Mis amigos y yo nos dimos cuenta de que había una necesidad de desarrollar una herramienta a largo plazo que le permita a los estudiantes ir a los viajes sin importar su situación económica”, explicó.
El fondo ayuda a nuevos inmigrantes, jóvenes en riesgo y residentes de la periferia a embarcarse en el viaje. “A pesar de que hay varias organizaciones ayudando los viajes, no requerimos que los adolescentes se enfrenten a comités y prueben su miseria”, dijo Yesod.
“Como el fondo no puede financiar el viaje siempre, hemos desarrollado un sistema único que ayuda a los jóvenes a encontrar trabajo, apuntando a que los mismos jóvenes tomen la responsabilidad y junten dinero para el viaje”, agregó.
“Este viaje es un descubrimiento de las raíces de la revolución sionista y la revuelta del movimiento juvenil. Nuestros entrenadores devuelven las emociones que acumularon ahí y participan en trabajo extenso educacional y comunal”, dijo.
Fuente: Agencia Judía de Noticias (AJN)