Los heridos llegan a 33, según la versión digital del Jerusalem Post.
La policía confirmó que la tragedia se debió a la explosión de una o más balones de gas. Por lo tanto, excluyó cualquier acción terrorista.
Según medios de comunicación locales, en el edificio quedaron atrapadas decenas de personas.
La radio pública israelí informó que el edificio resultó prácticamente destruido por la deflagración y que resultaron muy dañadas las construcciones linderas.
Un testigo narró que de los escombros del edificio emana un fuerte olor a gas.
Decenas de ambulancias llegaron al lugar de la tragedia para trasladar a los heridos a los hospitales cercanos