La manifestación principal se desarrolló en la capital y salió de la Gran Mezquita de Husein, donde se congregaron líderes opositores, sindicalistas y activistas independientes.
Los participantes en esta marcha corearon lemas para exigir reformas políticas, el cierre de la embajada israelí en Ammán y la restauración de la Constitución de 1952, que preveía la formación de gobiernos representativos.
Los manifestantes también corearon consignas y levantaron pancartas en apoyo al levantamiento contra el régimen de Muamar el Gadafi en Libia, donde ya han muerto miles de personas en la brutal represión de las autoridades.
Mientras se calcula que unos 7.000 personas se manifestaron en contra del actual gobierno jordano, algunas decenas también participaron en una marcha por separado en apoyo al régimen, según testigos de las protestas.
Cientos de policías fueron desplegados en el centro de Ammán para garantizar la protección de los manifestantes con el fin de evitar ataques contra los activistas pro democracia como los ocurridos el pasado viernes, cuando al menos seis personas resultaron heridas.
Las protestas en Jordania comenzaron hace seis semanas, al calor de las revoluciones de Egipto y Túnez, y las demandas de la población se han centrado principalmente en pedir reformas como la modificación de la Ley Electoral, muy criticada por la oposición.
Ante la presión de la calle, el rey Abdalá II asignó un nuevo gobierno al que ha pedido que acometa reformas políticas reales y rápidas, y que dialogue con todos los componentes del espectro político.