Noticias DelaCole

Los días que pasé en Egipto pueden ser calificados como gloriosos y miserables . Los primeros fueron de puro disfrute: el crucero por el Nilo, los templos de Luxor y Karnak, el Valle de los Reyes (con la tumba de Tutankamon), el Valle de las Reinas (la tumba de la reina Nefertari), los templos funerarios.... Llené los ojos y la cámara de imágenes de dioses, jeroglíficos, estatuas, columnas, patios, pasadizos. Luego, Abu simbel, Aswan, el Nilo, las pirámides...

Lástima que todo no pudo terminar tan bien como empezó. Creemos que el guía, Horus, no nos quiso arruinar el viaje porque nos mantuvo totalmente al margen de lo que iba sucediendo en El Cairo. Recién al llegar al hotel en la capital nos enteramos de que había toque de queda y que la ciudad era un desastre. Ahí comenzó la agonía. No había comunicación de ninguna forma posible, ni Internet ni celulares ni líneas terrestres... estábamos completamente aislados. Se escuchaban disparos, pasaban cientos de tanques por la avenida del hotel. No nos dejaron salir para nada. La cara de la gente que trabaja en el hotel, tan encerrados como nosotros, lo decía todo. Los porteros, la gente de la cocina, todos estaban alarmados e inquietos: “si el turismo no viene, nosotros no comemos”, decían.

La verdadera odisea fue llegar al aeropuerto a tiempo para tomar el avión. Había tanques por todos lados, gente armada con palos haciendo una especie de guardia en las esquinas por las dudas (por los saqueos y los incendios, principalmente) y parecía que todo el mundo quería irse. Tardamos mucho en llegar y el pobre Mustafa, nuestro coordinador, se las vio en figurillas para ayudarnos con el check-in , que marcaba su liberación de nosotros. Le agradecí profundamente su compromiso para con nosotros y le deseé lo mejor para esta situación. Cuando despegó el avión, con dos horas de atraso, recién ahí pudimos respirar un poco más profundamente. Ahora, mientras escribo en la noche lluviosa de Amman, casi lista para irme a la cama, me viene la sensación de cansancio profundo que produce el haber pasado semejante vivencia.

Argentinos

Cancillería informa que los familiares de los turistas argentinos que aún están en Egipto pueden requerir información en los teléfonos (011) 4819 – 7887 / 7885 / 8171 / 7896.