Si bien no es una norma escrita, en Israel, las mujeres se sientan en los asientos del fondo del autobús. Así no interfieren con las creencias de los judíos ultra-ortodoxos que suelen utilizar la línea Ashdod-Jerusalem, y que les impiden estar detrás de una mujer.
Pero Tanya Ronseblit se convirtió el viernes pasado en la primera pasajera en subirse al autobús, y decidió sentarse justo detrás del conductor.
Según fueron llegando más personas, un judío ultra-ortodoxo le pidió que se sentara al fondo. Y aquí es donde empezó el debate que sacudió a Israel desde entonces.
La joven es judía, pero laica, y decidió que no tenía por qué acatar las normas de un grupo religioso. "Escuché cómo me llama shikse", que es un término yiddish para hablar de una mujer que no es judía. "Me exigió que me sentara al fondo del autobús porque los judíos no pueden sentarse detrás de las mujeres (!!!). Me negué. Ashdod es mi ciudad. Vivo en una democracia israelí, la gente no puede decirme dónde tengo que sentarme en el autobús", relató la joven a través de la red social Facebook.
Tras conocerse el caso, la dirigencia de Kadima organizó una marcha de la Corte Suprema de Justicia a la Knesset.
Además anunció que tenía previsto lanzar una campaña publicitaria bajo el lema "Las mujeres de Kadima. Convirtiendo a Israel en su sano juicio otra vez".
"Estoy en paz con mis acciones, hay derechos fundamentales que ninguna persona o entidad nos puede quitar y es el dominio público de ser libre, y la gente debería poder actuar como mejor le parezca. Trabajar, vestirse, comer y viajar para moverse por donde quieran", dijo Rosenblit después de la manifestación.
Líder de la oposición y la presidenta de Kadima, Tzipi Livni, dijo que la protesta era contra la exclusión de las mujeres, la legislación "racista" y el debilitamiento de la autoridad de la Corte Suprema.
El único miembro de la coalición de gobierno que asistió a la manifestación fue el ministro de Cultura y Deportes Limor Livnat (Likud).
"Janucá es una fiesta de luz, pero una gran oscuridad desciende sobre Israel", dijo Livni a los manifestantes. "Vamos a llevar la antorcha de la iluminación del liberalismo, de un estado judío y democrático de Israel", añadió.
Finalmente, Livni dijo que Rosenblit "tiene el valor de vivir su vida sin que le digan cómo vivirla".