El acuerdo fue firmado en Montevideo por el ministro de Exteriores palestino, Riyad Al Maliki, y los cancilleres de los cuatro países miembros de pleno derecho del bloque, el uruguayo Luis Almagro, el paraguayo Jorge Lara Castro, el argentino Héctor Timerman y el brasileño Antonio Patriota.
A la ceremonia, que fue a puerta cerrada, también asistieron los presidentes José Mujica (Uruguay), Fernando Lugo (Paraguay), Dilma Rousseff (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela) y la presidenta argentina Cristina Fernández.
Fernández participó en el acto apenas unos minutos después de recibir la noticia de la muerte en un hotel de Montevideo del subsecretario de Comercio Exterior de su Gobierno, Iván Heyn, que había acudido a Uruguay a participar en la reunión.
La firma del convenio fue dramatizada del lado palestino como un "triunfo", en palabras del ministro Al Maliki, quien lo trató de transformar en un golpe de efecto; porque debido al pequeño volumen de producción palestina, el pacto tiene un insignificante impacto para la economía los países sudamericanos.
El Mercosur, que es el cuarto bloque comercial del mundo y el mayor productor de alimentos, "tiene una dimensión muy importante y que hayan querido firmar un TLC con nosotros refleja su apoyo político. Es una victoria para nosotros", exageró Al Maliki.
En cuanto a su aplicación comercial, Al Maliki señaló que el Gobierno palestino y los empresarios de ese territorio tendrán ahora "que estudiarlo detenidamente" para poder explotar sus posibilidades y ver qué volumen de productos de Palestina le interesan a los países del Mercosur y viceversa.
En sí, el TLC es una copia del convenio firmado entre el Mercosur e Israel en 2007, que entró en plena vigencia este año, y supone un paso simbólico y cauteloso de los países sudamericano para balancear con el mundo árabe el fuerte apoyo concedido al Estado judío. No les implica ningún perjuicio, y neutralizan el malestar de los países árabes, el sellar un tratado con los palestinos, también.
Según datos de la Asociación Latinoamericana de Integración del período 2001-2010, las exportaciones del Mercosur a la Autoridad Palestina crecieron de 103.000 dólares en 2003 a 1,7 millones en 2010, mientras que las importaciones totales ascendieron a 92.000 dólares y todas fueron compras de Argentina en 2009.
Antes de la firma del documento, el embajador palestino en Argentina, Walid Muaqqat, informó durante el Consejo del Mercado Común, previó a la cumbre del Mercosur y que reunió a los ministros de Exteriores y de Economía del bloque, Maliki "agradeció" a los países del grupo "la ayuda proporcionada" y lo consideró "un gran apoyo para la economía palestina".
Además, el ministro palestino no perdió la oportunidad – los funcionarios palestinos casi nunca lo hacen- para difamar a Israel, acusándolo de ser "el gran obstáculo de la paz" y que "le falta seriedad en las negociaciones para lograr una paz definitiva", porque según dice continúa actuando "confiscando territorios palestinos y quemando mezquitas", un tipo de declaraciones que siempre encuentran un ávido eco en un sector de la prensa española, que tiene muy poca profundidad pero que siempre consigue mucha difusión.