"Debemos acabar con esto ahora", subrayó Netanyahu. "Esto es algo pequeño que se puede convertir en algo grande. Hay que detenerlo ahora".
Previamente, Netanyahu había convocado en carácter de urgencia a altos oficiales, tras el ataque de medio centenar de colonos contra una base militar de Cisjordania. En la reunión estuvieron presentes el ministro de Defensa, Ehud Barak, el jefe del Estado Mayor de Tzáhal, teniente general Benny Gantz, el jefe del Comando Central, general Avi Mizrahi, el jefe de la policía, inspector general Yojanán Danino y el ministro de Seguridad Pública, Yiztjak Aharonovich.
Antes del encuentro, el jefe del Ejecutivo ordenó a las fuerzas de
seguridad a actuar agresivamente contra todo aquel que ataque a los soldados de Tzáhal, señalando que el incidente "merece ser condenado", apuntó según un comunicado de la Oficina del Primer Ministro. "Las fuerzas de seguridad deben concentrarse en defender a los ciudadanos y no en estos actos aborrecibles".
Los activistas incendiaron neumáticos, esparcieron clavos sobre la ruta, dañaron vehículos y arrojaron piedras contra el jeep un alto oficial, el comandante de brigada coronel Ran Kahane.
El ministro de la Retaguardia Matan Vilnaí manifesto que "aquellos son criminales, terroristas judíos que están dañando la seguridad de Israel".
En tanto que el presidente del Consejo de Judea y Samaria (Iesha), Dani Dayan llamó al coronel Kahane para repudiar el incidente. "Como jefe del Consejo de Iesha y no menos que un habitante más de la zona que usted comanda, sé la importante tarea que realiza usted, sus comandantes y sus soldados de su división, noche y día, para protegernos", expresó Dayán, quien denunció a los atacantes como "desvergonzados y desagradecidos".
"Los que perpetraron el ataque deben entregarse, y si no lo hacen deben ser arrestados y llevados ante la justicia".