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La comunidad boliviana de Charobamba fue hace 66 años refugio de 150 familias judías por iniciativa del entonces presidente del país, Germán Busch, un descendiente de alemanes. El lugar donde los refugiados vivían dedicados a la agricultura es ahora una escuela y un albergue ecológico.
El sitio, enclavado en una montaña de un valle interandino 120 kilómetros al noreste de La Paz, está casi abandonado. La vieja casa de la hacienda "Charobamba" es una improvisada escuela campesina. En la región se habilitó también el albergue ecológico "El Jiri", que el domingo recibió a una misión encabezada por el ministro alemán de Cooperación y Desarrollo, el liberal Dirk Niebel.

Huyen del nazismo

"Aquí vivieron unas 150 familias judías en 1940 y cuatro años después sólo habían seis que resistieron de manera heroica", recordó el embajador de Alemania en Bolivia, Philipp Schauer. "La vida fue dura para ellos porque no había carreteras y la producción agrícola se complicó en exceso", explicó.

Los refugiados vivían rodeados de asnos, mulas y caballos en el monte verde, entre la espesa vegetación. Se trataba de una colina vecina al pueblo paceño de Coroico, actual atractivo turístico por su proximidad a la zona de cultivos de la hoja de coca.

Una senda es el único acceso al lugar después de viajar por una carretera asfaltada con varios tramos deteriorados. El viaje desde La Paz hasta el puente Santa Bárbara pasa por La Cumbre, a unos 4.700 metros de altitud, y después desciende en menos de dos horas a 1.100 metros hasta orillas del río Elena, donde el gobierno alemán donó equipos al campamento de policías ecológicos. La zona alberga a cultivadores de coca, entre ellos a los afrobolivianos de la comunidad Tocaña, a mitad de camino a Charobamba.

Herencia judío alemana

La presencia judía en Bolivia tuvo su mayor apogeo a fines de la década de los 30 del siglo pasado, cuando llegaron unas 7.000 personas por gestión del empresario minero judío-alemán Mauricio Hochschild, nacido cerca de Fráncfort.

Sin embargo, la llamada Revolución Nacional de 1952 fomentó el antisemitismo en Bolivia, que tuvo como consecuencia que miles de familias judías partieran rumbo a Argentina, Estados Unidos e Israel.

Pero la herencia judío-alemana es visible en Bolivia. Tres ex mandatarios, por ejemplo -Germán Busch, Hugo Banzer y Alberto Natusch Busch-, son hijos de alemanes. También el primer prelado de la Iglesia católica de Bolivia con el rango de cardenal, José Clemente Maurer, nació en Alemania.

"Alemania seguirá apoyando a Bolivia en el desarrollo agropecuario y sustentable", dijo el ministro Niebel, quien agradeció al país andino el haber recibido a familias de judíos alemanes en un difícil momento de la historia de la humanidad.

Editora: Claudia Herrera Pahl