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Cuatro hombres que en 2009 fueron acusados de atentar contra una sinagoga y un centro judío de Nueva York fueron declarados culpables por conspiración para utilizar armamento de destrucción masiva y otros cargos por un jurado de esta ciudad.

El jurado deliberó durante ocho días para declarar a James Cromitie, David Williams, Onta Williams y Laguerre Payen culpables de conspiración e intento de utilizar armas de destrucción masiva en Estados Unidos, así como de intentar la compra y uso de misiles antiaéreos y el asesinato de oficiales y funcionarios estadounidenses.

Los cuatro acusados se enfrentan ahora a condenas de cadena perpetua, cuando se anuncie su sentencia en marzo del próximo año.

Los acusados fueron detenidos el 20 de mayo de 2009 en el barrio neoyorquino de El Bronx, después de haber sido vigilados durante meses por el FBI y otras fuerzas del orden.

Cromitie era el cabecilla del grupo, según informó en su día el responsable de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, quien detalló que eran "delincuentes de poca monta" que querían hacer la "yihad" en Estados Unidos.

Los sospechosos fueron detenidos poco después de colocar lo que ellos creían que era un explosivo en el maletero de un automóvil ante una sinagoga del barrio de Riverdale, en El Bronx, y otras dos bombas falsas en el asiento trasero de un vehículo estacionado en otro centro judío cercano.

La Fiscalía señaló que aunque los explosivos que tenían para perpetrar los atentados eran falsos, ellos creyeron que no lo eran y pensaban utilizarlos para atentar en la realidad.

Al término del juicio el fiscal de Nueva York, Preet Bharara, emitió un comunicado en el que subrayó que los acusados representaban una "seria amenaza" y que los neoyorquinos están ahora mas seguros.