La conmemoración se realizó en el Beit Hakneset (sinagoga) de la Comunidad Talpiot, ubicada en Azcuénaga 736 de la ciudad de Buenos Aires, donde al anochecer del 9 de agosto se recordó a las víctimas fatales del atentado a la AMIA, al iniciarse el día del calendario judío 10 de Av, que en 1994 coincidió con el 18 de julio.
El presidente de la Organización Sionista Argentina (OSA), Manuel Junowicz, acompañado por el representante del movimiento juvenil Benei Akiva prendieronn las 85 velas de recordación de las víctimas fatales del atentado a la AMIA.
En tanto que hicieron uso de la palabra el vicepresidente de la DAIA, Alberto Hammerschlag, y el presidente de la AMIA, Guillermo Borger.
Ambos dirigentes se refirieron a la importancia de mantener viva la memoria de lo ocurrido en el brutal ataque terrorista y el permanente reclamo de justicia.
El titular de la AMIA, por su parte, también se refirió a la importancia de recordar a las víctimas del atentado en el día de su Yortzait (la fecha del calendario judío de su fallecimiento).
Borger agradeció a todos los presentes por su asistencia a ese acto de recordación, pero resaltó que “tampoco es suficiente”, pues a su entender deberían ser muchos más.
El rabino de la Comunidad Talpiot, Mordejai Tarrab, explicó la importancia de este tipo de actos y luego entonó la oración fúnebre tradicional del judaísmo para estas ocasiones, KEl Male Rajamím (Que el Creador los reciba con misericordia) y el Kadish de duelo.
Conducido por el profesor Natalio Steiner, estuvieron también presentes el secretario general de la AMIA, Julio Schlosser, el tesorero, Bernardo Zugman, el secretario de actas, Simón Drelevich.
Además participaron Víctor Zajdenberg y Arnoldo Szwarcberg, directivos de la DAIA, Daniel Lew, vicepresidente de la OSA, Benjamín Katzav y Ariel Cohen Sabban, entre otras personalidades de la comunidad judía argentina.
Fuente: Itón Gadol