Unas 30 siluetas en tamaño real con el cuerpo y el rostro de las víctimas del atentado a la AMIA fueron colocadas hoy, miércoles, en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires para reconstruir el momento previo en que se encontraban esas personas antes de llegar al edificio de la calle Pasteur, donde murieron el 18 de julio de 1994.
Por parte de la mutual judía, el acto contó con las presencia de su presidente,Guillermo Borger, también el secretario general, Julio Schlosser, y los padres de Cristian Degtiar, un joven víctima del atentado del 18 de julio de 1994. En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, destacó que es “una acción fuerte y muy comprometida con la sociedad” argentina en general.
La actividad comenzó alrededor de las 7:30 en la boca de la Estación Florida del subte B, donde fue colocada la imagen de Cristian Degtiar, quien murió a los 21 años en el terrible ataque terrorista. Olga Degtiar, su madre, miraba con emoción y dolor la imagen de la silueta de su hijo.
Asimismo, la mamá de Cristian, afirmó que la actividad provoca “un impacto muy fuerte”, pero resaltó que tiene como objetivo mostrar que “cada una de las víctimas tenía una vida propia en distintos lugares porque unos iban a la facultad, otros tomaron el subte para ir a trabajar”,
Borger indicó que la iniciativa surgió del Departamento Creativo de la AMIA y apunta a “mantener vigente la gran sensibilidad” que genera este ataque terrorista, que dejó un total de 85 muertos.
El dirigente comunitario comentó que “todo un equipo estuvo investigando que estaban haciendo las víctimas como parte de su actividad diaria antes de llegar a la AMIA y se establecieron distintos puntos, donde se van a reproducir las figuras de estas personas fallecidas hace 16 años”.
“Es un tema muy sensible, muy fuerte, que insisto apunta a reactivar la sensibilidad para recordar que estas personas tenían una vida normal pocos minutos antes del espantoso atentado”, afirmó Borger.
Por su parte, Daniel Pomerantz, director ejecutivo de la AMIA, explicó en diálogo con AJN que “esta es una idea que está vinculada con la intención de ponerle nombre y apellido a las víctimas”.
El directivo subrayó que “detrás de cada persona que fallecido en el atentado había una familia, una historia y un futuro que no fue”.
El director ejecutivo indicó que la iniciativa fue trabajada en conjunto con la agencia Ogilvy Argentina que ha colaborado en algunas acciones en forma desinteresada.
Pomerantz precisó que la iniciativa nació tras identificar los pasos previos a llegar a la AMIA de 30 víctimas. “Hicimos una investigación, nos contactamos con los familiares y mostramos donde transcurrieron esos instantes”, indicó.
“Se eligieron 30 por una cuestión de plazo desde que surgió la idea y es lo que pudimos, diría que tiene que ver con el mundo de lo posible”, agregó.
No obstante, Pomerantz subrayó que “desde el punto simbólico la idea está planteada”.
El directivo explicó que la campaña más que buscar un impacto “intenta alertar de un modo innovador”.
“En cada aniversario tenemos como una máxima que tiene que ver con recordar, educar y reclamar, y básicamente esta actividad está orientada en esos tres principios”, destacó.
Pomerantz no solo es el director ejecutivo de la AMIA sino que además es uno de los sobrevivientes de la tragedia y confesó que como todos los días previos a cada aniversario “son días movilizantes”.
“Uno rememora todo lo que sucedió no solo en términos del recuerdo sino también en términos de lo que no sucedió. Esto no es sólo un reclamo de justicia, como lo es, sino también un momento para que recordemos y reflexionemos”, expresó Pomerantz.
Finalmente, el dirigente resaltó que se “vuelve a exigir y al mismo tiempo tiene la impronta del recuerdo”.
Las 30 siluetas permanecerán en los lugares en los que serán colocadas por directivos de la AMIA y familiares de las víctimas hasta el día después del atentado.