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La actividad estuvo centrada en un recorrido que lo jóvenes realizaban en lugares aledaños a la plaza, lugar donde se erigía el edificio, en donde se les explicaba tanto cómo era ediliciamente la embajada, las tareas que allí se llevaban a cabo. Además, distintos sobrevivientes de atentado brindaron su testimonio, al igual que la señora Elena Brumana, hermana del sacerdote Juan Carlos Brumana, una de las 22 víctimas fatales identificadas.
Concluida la actividad, se rezaron las oraciones de la noche de Shabat y se efectuó el correspondiente Kidush. El embajador Daniel Gazit, quien estuvo acompañado por su esposa Michele, estuvo entre los pocos concurrentes adultos y manifestó: "Lo que quiero destacar es este Cabalat Shabat de la juventud que llega al corazón. Jóvenes que no habían nacido en el momento del atentado vienen acá, con toda su inocencia, para aprender lo que pasó, vivirlo, sentirlo y luchar por un futuro mejor. Verdaderamente alegra al corazón que hagan estas cosas, demuestran que hay una continuidad judía y también gente que quiere un mundo mejo y más justo".
La señora Elena Brumana dijo: "Valoro mucho el mantener la memoria de las personas que quisimos, en el caso mío de mi hermano. Cada uno de los que vienen al acto o de los que lo hacen por el recuerdo de sus seres queridos. Yo trabajo con adolescentes en una escuela secundaria y al ver a estos jóvenes me digo que tienen esa alegría, pro que todos los adolescentes son iguales en la alegría. Y digo que se haga esto para que estos chicos vayan teniendo – también – la memoria de las personas que muchos hemos querido y que son parte de la historia nuestra; que estuvieron aquí, que vivieron aquí una porción de su vida y que acá definieron su vida con la muerte".
Se estima que participaron de esta actividad más de 350 jóvenes entre 12 y 18 años, los que siguieron atentamente las explicaciones y testimonios que se les brindaban.
No se hizo presente la dirigencia comunitaria, fuera de alguna excepción.