15-11-2010 En un homenaje en Buenos Aires, recordaron a Itzjak Rabín z’l Itón Gadol
Luego de encenderse una vela en memoria de Itzjak Rabín z’l y leerse un
Izcor (oración de recordación) especial en su memoria, el embajador Daniel Gazit se dirigió a los presentes, calificó a Itzjak Rabin z’l como un modelo de vida y resaltó el aspecto humano del primer ministro asesinado.
“Hoy no conmemoramos a la persona, no la adoramos, siempre digo que no tenemos santos en la tradición judía. Hoy conmemoramos a un símbolo y un compromiso (…), el camino que asegura y lucha hasta hoy en día – pues es permanente – por la paz y para mantener nuestra democracia. Este día es un símbolo de compromiso, que tenemos que conmemorar justamente por estos valores que tenemos que mantener para que podamos continuar con nuestras vidas para ser personas humanas plenas. No vamos a dejar que la democracia sea vencida por las amenazas y la violencia. Es nuestra tradición, es nuestro Estado democrático con lo que estamos comprometidos para siempre. El pueblo judío adora y mantiene la democracia en Israel y en cualquier lugar del mundo. Es el pueblo que anhela la paz, que lucha por ella y que va a mantenerla. También pelea por la seguridad de Israel con la paz. Este es nuestro deseo, nuestro sueño y nuestro compromiso también, hoy en día, en el camino de Itzjak Rabin”, expresó Gazit.
A continuación, el presidente de la OSA, Manuel Junowicz, luego de agradecer
a los organizadores del acto por su tarea, manifestó: “Nos convoca está reunión para recordar a uno de los grandes de nuestro pueblo con trascendencia universal (…). El sabía que tenía que defender con su vida a nuestro querido Estado de Israel y el derecho del pueblo judío a vivir en su tierra, pero también era una persona de diálogo, de entendimiento, que brindaba respeto, querible y confiable. Creo que no surge hoy en día una figura tan querible como Itzjak Rabin en la escena de Israel. Estas cualidades eran reconocidas por mucha gente”.
Junowicz también se refirió a que durante sus gobiernos el nivel de la obra pública fue muy grande y que también el presupuesto destinado a la educación fue el mayor en la historia israelí. Luego agregó: “Él hizo un gran trabajo por la paz, para estrechar la mano con Jordania, los Acuerdos de Oslo, y por ellos fue reconocido con el Premio Nóbel y llegamos finalmente a esa noche fatídica, trágica, en la que el principal soldado de Israel dijo públicamente que había llegado el momento de la paz y que era necesario hacer concesiones dolorosas. Él concedió su vida pocos minutos después por una mano asesina en un momento de gran crispación en Israel. Ahora, 15 años después, nos deja su legado y nos obliga a cada uno a emprender un camino de trabajo por nuestro pueblo y por nuestra continuidad con el derecho que tiene el Estado de Israel a vivir en paz. Espero que su sueño lo veamos materializado en poco tiempo y que su recuerdo sea bendecido”.
La directora de BAMA, Iudith Iumal leyó un trabajo del profesor Ishai Margalit, de 1998, referido al legado de Itzjak Rabín z’l.
El mazkir (secretario) de Noam, Agustín Walanovsky, por su parte dio lectura a palabras de Martín Luther King de 1963 como introducción al discurso del mazkir del Consejo Juvenil Sionista Argentino, Alan Hofman, que afirmó: “La violencia atacó los fundamentos y las bases de nuestro pueblo, pero ello no puede hacernos olvidar que debemos continuar construyendo día a día la empresa sionista de forma democrática, abierta y plural”.
Además, sostuvo: “Nosotros, miembros de tnuot noar (movimiento juveniles, la juventud del
movimiento conservador y los jóvenes judíos de toda la comunidad) debemos darnos cuenta del potencial que tenemos en base a nuestros ideales y nuestra fuerza común. A 15 años no es tarde para decir: sí a la paz, no a la violencia, concretar la esperanza de la que hablaba Itzjak Rabín y cumplir el sueño sionista, que fue – desde su principio – un sueño joven y
esperanzador”.
El acto, que fue amenizado con vídeos referidos a la vida de Itzjak Rabín z’l, concluyó con la entonación del Hatikva.
Durante el desarrollo del acto el artista plástico Adro Tenembaum pintó un cuadro de gran tamaño reproduciendo la imagen del primer ministro asesinado. Además de centenares de jóvenes que colmaron el salón auditorio de la escuela Ort Nº 1 (Yatay), donde se efectuó el acto y de los representantes de la Agencia Judía que actúan en la ciudad de Buenos Aires, estuvieron presentes el vicepresidente de la DAIA, Alberto Hammerschlag; el agregado cultural de la Embajada de Israel, Ioav Adler y dirigentes de los factores ideológicos comunitarios.
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