Tres hombres que en 2009 fueron acusados de querer atentar contra una sinagoga y un centro judío de Nueva York y de planear el derribo de aviones militares con armas que les proveyó un informador del FBI fueron condenados a 25 años de cárcel cada uno, anunció el fiscal federal de Manhattan, Preet Bharara.
"Cometieron delitos muy serios, que amenazaban a Nueva York y a sus residentes", explicó Bharara en un comunicado, en el que añadió que las sentencias "aseguran que los tres serán castigados por sus acciones".
LOS HECHOS
En mayo de 2009, James Cromitie, de 45 años, David Williams, de 30 años, Onta Williams, de 35 años, y Laguerre Payen, de 37 años, fueron detenidos en el barrio neoyorquino de El Bronx, después de colocar lo que ellos creían que era explosivo en el baúl de un auto ante una sinagoga y otras dos bombas falsas en el asiento trasero de un vehículo estacionado en otro centro judío cercano.
Los tres primeros fueron hallados culpables de conspirar para utilizar armas de destrucción masiva en Estados Unidos, de intentar usar este tipo de armamento y de tratar de comprar y emplear misiles antiaéreos. La sentencia del cuarto fue postergada tras un pedido de examen psiquiátirco por la defensa.
Cromitie y David Williams fueron asimismo declarados culpables de conspiración para asesinar oficiales y funcionarios estadounidenses.
Pero los explosivos, que se revelaron falsos, les fueron entregados por un agente del FBI. En concreto, les dio un sistema de misiles guiados que no se podía disparar y más de 13 kilogramos de explosivo C4 inerte, que dijo haber obtenido de un terrorista paquistaní.
SEGÚN LA DEFENSA, ES UN COMPLOT DEL FBI
Según la abogada de la defensa, Susanne Brody, “el gobierno construyó el crimen, eligió los cargos y lo proveyó todo. Si esto no es suficiente para declarar la nulidad del caso, no sé que más necesitan”, declaró.
En la versión de la defensa, el agente del FBI tardó en convencer a Cromitie, cabecilla de la banda, de intentar el ataque. Ese “pequeño traficante de drogas”, como lo calificó la jueza, sólo se decidió luego de perder su trabajo en un supermercado y encontrarse ahogado por las deudas, mientras que el informador le habría prometido dinero, auto y vacaciones. Además, tuvo dificultadses en encontrar cómplices, que “ni siquiera conocía”, declaró Brody.
Según la fiscalía, el mencionado Cromitie se puso en contacto en 2008 con un agente de incógnito del FBI, y le explicó que estaba muy afectado por la guerra en Afganistán, ya que sus padres habían vivido allí, y expresó su interés por hacer "algo a los Estados Unidos".
Más tarde, el agente y Cromitie se reunieron con los otros tres acusados, y hablaron de atacar algunos objetivos en Nueva York, como sinagogas situadas en El Bronx y aviones militares en la base de Newburgh (Nueva York).
Para ello, Cromitie pidió al contacto del FBI que les proveyera de material para hacerlo, y después de que los acusados seleccionaran las sinagogas que pretendían atacar y vigilaran los aviones en la base, el agente les ofreció diversas armas falsasque ellos creyeron funcionales.
Además de las penas de cárcel, Cromitie, David Williams y Onta Williams, todos de Newburgh (Nueva York) fueron condenados por la juez Colleen McMahon a cinco años de libertad vigilada, mientras que el cuarto acusado en este caso, Laguerre Payen, recibirá sentencia más tarde.
“Nunca fui un terrorista y nunca lo voy a ser. Caí en en este lío estúpido organizado por el gobierno, y lo siento. Soy un ciudadano estadounidense y ni siquiera viajé fuera de los Estados Unidos”, se defendió Cromitie.
"LA ACTITUD DEL GOBIERNO TIENE QUE CAMBIAR"
Al momento de pronunciar la sentencia, la jueza Colleen McMahon expresó sus reticencias: .”No puedo no aplicar la ley, pero creo que la actitud del gobierno tiene que cambiar”, declaró.
Los abogados del a defensa anticiparon que apelarán la condena.
Fuente: TN.com.ar
