Una sobreviviente del Holocausto, de 85 años, fue asesinada salvajemente en su departamento en París, Francia, y las autoridades investigan si se trató de un ataque antisemita.
Se trata de Mireille Knoll, quien fue apuñalada y carbonizada el viernes pasado en su casa, ubicada en el distrito 11 de la capital francesa, donde vivía sola. La autopsia reveló que había sido apuñalada varias veces antes de que su piso fuera incendiado intencionalmente.
Hasta el momento, dos hombres fueron detenidos como sospechosos de su asesinato y enfrentarán cargos por “asesinato relacionado con la religión de la víctima, real o imaginada”, según informó la agencia France Presse. Según el diputado Meyer Habib, uno de los arrestados es un “vecino musulmán” de la víctima, de 35 años y con antecedentes.
Es por eso que la la Justicia francesa investigará el hecho como asesinato de carácter antisemita.
Knoll había logrado escapar de los campos de concentración nazis en 1942, cuando era solo una nena. Y pudo huir junto a su madre, que tenía pasaporte brasileño y fue recibida en Portugal. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, regresó a París, donde se casó con otro sobreviviente del Holocausto, fallecido hace varios años.
Knoll vivía en el mismo distrito parisino donde residía Sarah Halimi, otra mujer judía de 65 años que fue salvajemente golpeada y después lanzada por la ventana de su casa hace un año por un joven musulmán vecino con problemas psiquiátricos.
La conmovedora carta de su nieta
Una nieta de Knoll, Noa Goldfarb, escribió una publicación en Facebook donde aseveró que su abuela fue asesinada por un vecino que es musulmán.
“Hace veinte años, me fui de París sabiendo que ni mi futuro ni el del pueblo judío se encontraban allí. Pero quién hubiera pensado que estaba dejando a mis parientes donde el terrorismo y la crueldad llevarían a tal tragedia. La abuela fue apuñalada hasta la muerte en 11 ocasiones por un vecino musulmán que la conocía bien, que se aseguró de prender fuego su casa y no nos dejó ni un sólo objeto, una carta, una fotografía para recordarla. Todo lo que tenemos son nuestras lágrimas y el uno al otro”.
Fuente: Clarin.