Netanyahu y Barak han convencido recientemente al ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, que previamente se oponía para que apoye una ofensiva de esas características.
Más de un millón de israelíes han tenido que buscar refugio durante una semana de bombardeos con cohetes en el sur; mientras que los líderes políticos distraído la atención poniendo el debate de una posible guerra con Irán sobre el tapete. Un alto ministro sugirió públicamente que el Estado judío podría atacar el programa nuclear de Teherán; aunque un miembro del mini-gabinete, compuesto por los ocho principales ministros dijo que no se había tomado tal decisión.
Los principales ministros y diplomáticos han manifestado que el informe de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), que será publicado el 8 de noviembre, tendrá un efecto decisivo sobre las decisiones que tome Israel.
El periodista Nahum Barnea desató una conmoción al publicar en su columna en el periódico Yediot Aharonot, un artículo titulado "Presión Atómica" que reposicionó el debate sobre Irán desde los claustros cerrados a las principales páginas de los medios.