"He luchado contra este acuerdo durante cinco años, me opongo completamente a la liberación de terroristas, asesinos y condenados", declaró al diario Yediot Aharonot, Yosi Medelevitch, cuyo hijo de 13 años, Yuval fuera asesinado en un atentado contra un autobús en Haifa en 2003.
"De hecho, Israel se rindió ante una organización terrorista al liberar a los asesinos", expresó al rotativo.
"Podemos reemplazar nuestra bandera azul y blanca por una blanca para simbolizar nuestra rendición", declaró.
"En vez de meter a esos "monstruos asesinos" en la cárcel por el resto de sus días, "el gobierno los ha liberado".
"Ellos no van a tejer
bordados o a cosechar tomates. Ellos volverán a hacer lo que mejor saben – aterrorizar a Israel".
Medelevitch advirtió que la próxima vez los grupos terroristas exigirán la liberación de 8 mil prisioneros, y no mil. "Las interminables rendiciones han hecho que Israel pierda su poder de disuasión", afirmó. "Mientras estas palabras están siendo escritas, Hamás está planeando el próximo secuestro", señaló al periódico.
Ron Kerman, cuya hija de 17 años, Tal fue asesinada en el mismo autobús que Yuval Medelevicth, afirmó que el canje de prisioneros es peligroso para Israel.
"Estoy feliz por la familia Shalit, pero temo por las vidas de los ciudadanos israelíes".
"No compro las promesas de los políticos… temo que mucha más gente se unirá a mi situación como resultado del canje por Shalit, para no mencionar el …impulso moral que el gobierno de Israel, conducido por Biniamín Netanyahu les ha dado a las organizaciones terroristas".