JERUSALEN.- En medio de la gran expectativa que desató en las últimas horas el acuerdo para la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, cautivo hace más de cinco años, a cambio de centenares de prisioneros palestinos detenidos en cárceles israelíes, un portavoz de Hamas estimó que el militar será devuelto esta semana.
"El preso israelí estará con su familia dentro de tres días", dijo el vocero, que prefirió mantenerse en el anonimato. No obstante, Talal Nassar, también miembro de Hamas, precisó que todavía es muy pronto para hacer un anuncio de esas características.
Sin embargo, acerca de las informaciones que apuntan que Shalit fue trasladado anoche a Egipto, Nassar dijo: "No puedo confirmarlo ni desmentirlo".
El pacto fue anunciado por las brigadas Al-Qassam, brazo armado del movimiento Hamas, y luego confirmado por las autoridades israelíes. "Podemos confirmar que hay un pacto para finalizar el acuerdo para el canje de Shalit con Israel", declaró en Gaza Abu Obaida, vocero de las brigadas Al-Qassam.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó de manera urgente ayer a su gabinete para discutir y votar los detalles del acuerdo, luego confirmado por un anuncio del premier al país. "Traeré a mi gobierno un acuerdo que devolverá a Gilad sano y salvo a casa con su familia, con su madre, Aviva; su padre, Noam, y sus hermanos", dijo Netanyahu.
Desde su exilio en Damasco, Khaled Mashaal, máximo líder de Hamas, confirmó que Israel liberará a 1000 hombres y 27 mujeres palestinos. Según Mashaal, 450 hombres y las 27 mujeres serán puestos en libertad en el plazo de una semana. Otros 550 milicianos serán liberados en dos meses. El primer grupo incluye a 315 prisioneros que purgaban cadena perpetua.
De manera indirecta, el acuerdo fue sellado en El Cairo por el negociador israelí David Meidan y el jefe del ala militar de Hamas, Ahmed al-Jabari, con la supervisión del jefe de la inteligencia egipcia, el general Murad Muwafi.
Una negociación de 64 meses
Shalit fue capturado mientras patrullaba cerca de la frontera con Gaza en junio de 2006 y, desde esa fecha, permanece retenido en un lugar desconocido.
En los últimos años Israel y Hamas -que controla Gaza desde junio de 2007, cuando expulsó a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)- se involucraron en negociaciones con apoyo de mediadores egipcios y europeos, pero las diferencias sobre el número de palestinos a ser liberados y su destino (Israel exigía el exilio para algunos) terminaron torpedeando el acuerdo en varias ocasiones.
En medio de esos contactos se produjo también la ofensiva israelí sobre Gaza, en diciembre de 2008, cuyo objetivo era eliminar las facciones radicales que atacan el territorio israelí con misiles y cohetes.
Cómo es el acuerdo
El acuerdo de canje estipula que en una primera fase Israel dejará en libertad a 450 presos que cumplen condena por delitos de terrorismo y contra la seguridad del Estado, y a continuación será Hamás la que deje en libertad a Shalit, en un canje a través de Egipto.
Dos meses después, Israel deberá liberar a otros 550 palestinos acusados de los delitos más diversos y cuyos nombres elegirá sin coordinar la lista con Hamas.
La lista inicial de 450 ha sido acordada nombre por nombre, y de ellos 96 serán devueltos a sus casas en Cisjordania, 14 a Jerusalén Este y 6 a sus pueblos en Israel (son palestinos de ciudadanía israelí). Otros 163 son residentes de Cisjordania pero serán exiliados a la Franja de Gaza, lo mismo que otros 40 que serán deportados al extranjero. También regresarán a sus familias los 131 que vivían en Gaza antes de ser arrestados.
La prensa, a favor y en contra
La prensa israelí recoge el acuerdo con alegría generalizada, aunque expone las voces de aquellos que se oponen al canje por los "peligros" que conlleva.
Entre los más recurrentes están los de que la liberación de "450 terroristas" supone una amenaza para la seguridad de Israel después de años de trabajo para capturarlos, fomentará el secuestro de más soldados y civiles israelíes, y que para las familias de las cientos de víctimas asesinadas supone un precio demasiado alto.
Como contrapeso, los medios argumentan el peligro de perder el rastro a Shalit si no se concretaba el acuerdo en estos momentos -como ocurrió con el piloto Ron Arad en el Líbano hace 25 años- y el de que Israel debe estar comprometido con el principio bíblico de recuperar a sus cautivos..