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Esta es una nota especial que quise escribir debido a los atentados que ocurrieron en el último mes y que han golpeado y azotado al mundo ; quiero rendirle un tributo a aquellas familias, amigos, conocidos y todos los habitantes de Jerusalem, Beirut, Kenya y Paris quienes han tenido que pasar por tanto dolor y sangre en sus tierras.
Trato de imaginar una y otra vez que pasaría si algo similar lo tuviese que vivir yo, ¿Qué haría?, ¿Cómo me escondería?, ¿ podría aguantarlo?, ¿ sería una sobreviviente o una víctima más?; no podría imaginar no volver a ver a mis seres queridos, no tener la posibilidad siquiera de despedirlos, de tocarlos una vez más y decirles cuanto los amo.
Lo más difícil de este escrito es pensar que muchas almas inocentes tuvieron que atravesar esta situación y algunos de ellos no lo lograron y hoy sus seres más cercanos y un país entero los llora, los recuerda y los guarda en sus pensamientos.
Leía en las noticias algunos de los testimonios de familiares de quienes no lograron sobrevivir a estos atentados y me preguntaba ¿cómo puedes seguir adelante? ¿De dónde sale esa fuerza para levantarse la siguiente mañana y continuar? ¿Cómo entiendes y le das sentido alguno a todo lo que ocurrió?
Entonces me refugié en mis pensamientos, en aquellos momentos de mi infancia en el que poco entendía de la vida, en el que los brazos de mis padres lo eran todo, en el que jugar con mi hermano a los autos chocones era lo que más esperaba en el día, como amaba ese juego; me perdí en mis pensamientos, de pronto sentí mucha paz, y me vi sonriendo sin siquiera habérmelo propuesto.
Comprendí entonces que tenemos una llave hacia la felicidad que nadie nos puede arrebatar, que jamás nos podrán quitar y que siempre podremos llevarla con nosotros no importa donde estemos ni cuantos años tengamos y mucho menos en que situación nos encontremos; esta siempre nos acompañará y estará a nuestro lado lista para abrir nuestro corazón cuando más lo necesitemos. En el recuerdo siempre seremos eternos e inmortales, es ahí donde nuestras almas pueden refugiarse y recargarse de energía para sobrellevar un día más cuando estamos inmersos entre tanto dolor.
Las sonrisas, los abrazos, los besos, las palabras, aquellas conversaciones que sostenías con tu ser amado, las peleas del día a día que ahora parecen triviales, los momentos más destacados de su relación, la forma en que nos miraba esa persona, la seguridad que aquella nos brindaba; todo está en nuestro recuerdo, en nuestro corazón y siempre permanecerá con nosotros inalterable, es sin duda nuestro más grande tesoro.
Les deseo a todas las familias , amigos y conocidos de quienes tuvieron que atravesar este triste y lamentable hecho que puedan siempre volver a sonreír, que en su corazón está y estará siempre su ser amado acompañándolo y reconfortándolo; no están solos .
Mis más sentidas condolencias.
Licenciada Orit Vaisman Bacall
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