Artículos de la Cole


Papeles de un Traductor (III)
El Morral del Rey

Por iaIr menachem

¿Qué tal una deducción inversa? Un razonamiento en que no se cumpla la cualidad general de las deducciones -lo que dictamina el conjunto para todas sus partes (el atributo individual que constituye un conjunto), es atributo de cada una de ellas-, y tampoco se requiera que la totalidad efectiva de las partes -como en la inducción completa- cumpla con un atributo, para habilitarnos a aseverar que éste lo será de toda posible parte del conjunto.
¿Qué tal el caso de un elemento de un conjunto que, por el simple hecho de detentar un atributo cualquiera, determine que el mismo es aplicable a la totalidad de las partes del conjunto que le incluye?
Y dado el caso, la tal excepción determinante: ¿se originará en el atributo y le acompañará a cualquier elemento al que afecte, o se originará en el elemento específico -o en otro atributo u conjunto de atributos que le afectan-, independientemente de este atributo... y aún así, éste afectará al conjunto entero?

Perdonad lo árido de la cuestión, pero es que no se trata en absoluto de un tema menor. Esta estructura, caso de la llamada en hebreo "pshát uklál", es una de las estructuras lógicas que devela el Talmud como inherentes al comportamiento y pensamiento hebreos. Es rico el Talmud en demostraciones de las estructuras de pensamiento que habilitan a exprimir el sentido del texto; ésto es: del discurso de la vida en tanto sucesión de instancias que desafían nuestras capacidades cognitivas y operativas, para determinar, en base al diálogo entre evento y reacción, la curva que dibuja la dimensión cualitativa de la continuidad del yo (y en base a dicha curva -más que de los hechos en sí- operaría la causalidad, determinando los eventos futuros). Estructuras y herramientas cuyo uso permite deshojar como a una cebolla el texto, hasta abordar su núcleo significante, una vez investidos del resto.

Dice Rabi IshmaEl, en pos de articular un sistema explícito para la exégesis halájica (la disquisición y detalle de la norma que torna ejecutiva la Ley): "A partir de trece cualidades se extrae sentido de la Toráh". Cualidades connaturales del texto e inseparables de él; ésto es: puertas abribles, pasadizos, puentes, atajos a cuyo transcurso arribar a planos y colores nuevos en el Prado de la Sabiduría, en el provecho de la experiencia no menos en tanto mapa que en cuanto motor de vida. Estas cualidades son llamadas "oídos" por Kohelet (el Eclesiastés), porque a través de ellas "se escucha algo de A en un algo B que no incluye a A", ésto es: "que A solamente (o al menos) se 'hace oir' a través de B". O sea: el elemento A existe para afectar al conjunto B, en el que no está incluido. "Por ello", explica al Talmud en el Tratado de Eruvín, "era la Toráh como una gran bolsa cerrada y sin oídos", hasta que llegó Shlomó (el rey Salomón, por su calidad de autor de los Proverbios, el Eclesiastés y el Cantar de los Cantares) y "le abrió los oídos", le destapó los conductos que utilizan para comunicarse los modelos lógicos entre sí, dando lugar ya no al mapa, sino al completo manual de instrucciones según el que dibujar el mapa del laberinto correcto, para la posición en que se encuentre (el intelecto y el alma de) uno.

La clave radica en arribar a (aprender) la sintonía desde la cual, ya no desplegar sino que percibir a las parábolas-metáforas como flores que se abren al paso de (el discurso de) uno; llegar a ese punto en el que las palabras van desprendiendo un polvo ultravioleta por el camino, que dibuja una estela de horizontes insospechados por el inútil rigor de la literalidad. La trama de estas estelas es el soporte y el lenguaje en que fluye el discurso de una realidad "clandestina" (ésto es: transparente, invisible para las herramientas del común) en relación a cualquier incredulidad: inflexiones lingüísticas con la potencia de fórmulas físicas, en las que la razón práctica se evidencia abrigando el discurrir de la razón pura e iluminándole el camino. ¡Sálvenos la honestidad!: no se trata de empirismo; antes bien, del universo de la potencia, de lo posible, que micrófono en mano, ostenta su más alto nivel de expresividad.

Algo A dice algo de un algo B exterior a él y que no le incluye. Otro caso: Una parte dice acerca del todo ("kal vajómer"), siendo "todo" la escala progresiva de los modos en que un evento se puede desarrollar, y la parte, uno específico de los mismos. Ádraba: "Dice eso para hacernos descubrir la posibilidad de lo contrario". Dibujos del pensamiento, abriendo atajos de luz en los senderos que usa el tiempo para surcar el lugar.

¿Ves el dibujo? Donde antes había una pared, se ofrece ahora una ventana. Donde un techo de nubes, una mecha de voces echa sus raíces en dirección al firmamento.


A partir de Rabí IshmaEl, en los tiempos de la Guemará, estas "midót" -cualidades, atributos- que es posible ganar para el pensamiento, son articuladas, abstraídas de la razón práctica, y enumeradas en redacción precisa. Recién en ese momento terminaron de acceder a un puesto en el Orden Revelado, en el texto teórico que anhelamos cuando intentamos explicar algún pasado del presente. Hasta entonces, estas herramientas de pensamiento (y por tanto de decisión, y por tanto de libertad de la buena), pertenecían al Orden Oculto, al inimaginado conjunto de reglas o atributos que rigen Mente y mente de la vida, escudados en la sombra que libera de pudor a la ignorancia. "Los profetas desertan del sendero del silogismo clásico, y exponen sus dichos sobre una base analógica", dice el Rav Nazír por boca de Dov Schwarz (*), y amplía los horizontes de esta exposición que, aún si de entrada oscura, es proveedora de premio delicioso para quien se atreva al último umbral del pensamiento y la lógica que imperan en Occidente, hasta notar que cuando sus ojos iluminan el abismo, éste deja de ser tal.

La fe en tanto fundamento actitudinal, dibujo de una disposición a la sabiduría, a la adquisición de la habilidad de darle masa al tiempo. Historia de la Mente que te hace llegar o te tropieza. Inicio de la historia de cómo se concibieron, y se conciben, las ideas. Una puerta de salida (¡yo sabía!, ¡no podía no haberla!) de esta caverna que no por haberla arreglado y decorado con resignado esmero, habrá dejado de saber a encierro.



(*) " 'The Hebraic Auditory Logic' According to the Nazir", por Dov Schwarz sobre el escrito "Kol Ha-Nevuah" (Voz de la Profecía) del Rav Nazír (Rav David Cohen), en la revista "Higaión" (Razonamiento), "Investigaciones en los caminos del pensamiento de Nuestros Sabios de Memoria Bendita", Editorial Alumáh, Jerusalem, 1992, tomo II del año 5753.

Papeles de un Traductor (III)
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