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“DEJARTE IR”
“Un joven es como el fuego. Con dirección y orientación, puede cambiar la forma misma del mundo. Sin dirección, en el mejor de los casos, se desperdicia y en el peor puede volverse una fuerza destructiva muy peligrosa”.
Rabino M. M. Schneerson
Ada gira lentamente la cabeza para mirar a Saúl. Intenta adivinar la reacción de su marido, detrás de los anteojos y el ceño fruncido. Gisela parlotea, quiere convencerlos de su decisión. “Ya soy grande”- vocifera - “Los padres de Ani la dejan ir. ¿porqué no hablan con ellos? Somos 5 chicas en un departamento en el centro de Villa Gesell en pleno Enero ¿qué nos puede pasar? Tenemos teléfono, así que pueden llamarnos. Y es aquí nomás, no me voy al Caribe. Y sólo por 15 días. ”
Saúl y Ada son padres modernos, no los sorprende el pedido de su hija, que acaba de terminar el Tijon (secundario hebreo), lo que si los angustia es tomar la decisión correcta : dar o no el consentimiento . Potenciar o inhibir el desprendimiento de lo que más aman.
TOMAR LA DECISIÓN CORRECTA
Gisela, como tu hijo o el mío, nos grita a su manera : ”Estoy creciendo, busco mi identidad, yo soy yo: no Uds”. En medio de un despertar espiritual y sexual quiere “salir a la vida”, cortar el cordón umblical, ser “él mismo”, no un apéndice nuestro.
La sobreprotección, antes un respaldo, ahora los ahoga y asfixia. Día a día tratan de zafar de nuestras sugerencia y guía, tomando decisiones propias, aunque sean equivocadas. Nuestros chicos están cambiado sus necesidades, desplazado su interés desde casa al mundo externo y nosotros nos encontramos de repente enfrentados y entrelazados con estos jovencitos que quieren funcionar con los derechos del adultos pero sin sus obligaciones. Las vacaciones, con la liviandad en los horarios y salidas, con propuestas diferentes y atrevidas, impactan. Porque nos obligan a reflexionar sobre los limites. Cuanto les podemos conceder, qué preservar y cuando estimular.
Cada familia, de acuerdo a la estructura de personalidad de los hijos y de sus valores, tendrá que articular su propia planificación en este proceso de autonomía e independencia.
Algunos parámetros a tener en cuenta para concederla son : la madurez emocional, la responsabilidad y la capacidad de cuidarse a sí mismo.
QUE NO TE PASE NADA
La madurez emocional, no está dada por la edad cronológica, sino por la capacidad de respuesta ante situaciones conflictivas. Son los comportamientos cotidianos los que aseguran que es responsable de cuidarse a sí mismo física, psicológica y espiritualmente. Sus reacciones diarias y puntuales frente a los problemas que se suscitan, son la mejor garantía que está capacitado o no, para vivir por unos días sin el acompañamiento familiar.
No es fácil dejarlos ir, soltarlos a la vida, ( y no sólo estamos hablando de las vacaciones ). Este pedacito de cielo que se nos concedió, para acunarlo, educarlo y formarlo como miembro activo para construir un mundo mejor, quiere extender sus propias alas ¿Como hacer para ahogar la angustia del desprendimiento y alegrarnos que hicimos un buen trabajo como padres? ¿Cómo recordar que nuestros hijos son semillas que plantamos en el universo... no en nuestro jardín privado.? Es a través de la extensión de sus alas, que medimos nuestro grado de posesividad.
OJOS DE LINCE
Para que ciertos comportamientos florezcan, necesitan un grupo que estimule su aparición. Los amigos de los chicos frecuentan influyen mucho en su conducta. Por eso, es importante que conozcamos las amistades de nuestros hijos. A pesar de todo el cuidado que les brindemos, nunca están exentos de conocer grupos marginales. Sin embargo, su integración a ellos, depende de los valores que les haya transmitido la familia. Preparar a nuestros chicos para un mundo sin drogas, violencia, ni promiscuidad sexual, es una ilusión inútil. Lo importante es ayudarlos a tomar la determinación correcta en el momento apropiado, estemos o no físicamente con ellos. Lo valioso es acompañarlos en su crecimiento para que puedan enfrentar el mundo tal cual es, con las mejores armas, sin dañarse ni dañar a otros.
¿ES POSIBLE PREVENIR A NUESTROS HIJOS DEL PELIGRO?
Si, acompañándolos en su crecimiento. Saber qué hacen, adonde van y con quién. Qué cosas les preocupan y los ocupan, cuales son sus proyectos e intereses, son buenas maneras de estar junto a él. Sin invasión, con cuidado y respeto, es conveniente conocer sus salidas, actividades y aspiraciones. Actuando con prudencia sin intromisión.
A pesar de los desafíos, angustias y broncas, es importante no romper el dialogo. Reprochar, no ayuda en nada, ni emitir mensajes descalificadores. Lo importante es dialogar sin enjuiciar.
Siempre la mejor guía para los hijos es la familia. Y somos nosotros, a través de la ternura, tolerancia, paciencia, disponibilidad y equilibrio emocional los que podemos lograr una buena comunicación para protegerlos de los demás y hasta de ellos mismos.
CRECER DE GOLPE
Ada gira lentamente la cabeza para mirar a Saúl y mientras intenta adivinar la reacción de su marido, detrás de los anteojos y el ceño fruncido le viene a la memoria un poema de M Benedetti:
Soltar una paloma
no es siempre fácil
de imaginar.
La paloma es la clave
de tantos sueños artesanales.
si uno dice paloma
piensa espíritu,
piensa paz
Por eso
soltar una paloma
es siempre algo difícil
de imaginar,
quizá exista
una sola manera de lograrlo
soltar realmente
una paloma.
Lic. Adriana Serebrenik
http://www.adrianaserebrenik.com.ar
info@adrianaserebrenik.com.ar
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