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- ¿Cualo estás dibujando? me preguntó el abuelo, curioso.
Es un camalote, una planta acuática, de esas que crecen en los ríos, es parte de la tarea para el colegio, flor emblemática del litoral argentino.
- ¡Amán amám!, ¿a mí me vas a enseñar lo que es?, yo los vide mucho antes que tú, mabulaná, se enredaban, se movían en el agua, se juntaban e iban en filas o ruedas, parecían Benadames.
- Pero, abuelo, no vas a decir que había en Izmir y mas grandes y hermosos, como todo lo que contás de Turquía. Bueno, esta vez fallaste porque te diré que es una planta americana, de las aguas, porque hay también en lagunas y esteros, de la América del Sur.
- Ya lo sé - contestó el abuelo León, y ahora te contaré una historia, ¿qué otra cosa que conseyas y recuerdos nos quedan a los papús?:
Llegué de Izmir en el año novecientos cinco, pishín junté parás para el viaje de tu abuela, que vino al poco tiempo, entré de ayudante en una tienda, en un magazine de ramos generales, y el dueño, un djidió como lo bueno del mundo, abrió otro en Oberá, en el medio del monte, y me mandó para atenderlo. Nos fuimos solos y a la buena del Dió, por estos mundos endelantre, pero nunca dejaba de decir tefilá. A los pocos meses, ya Janula quedó gruesa de Estrella, pero se empezó a poner triste, a caminar despacio, a suspirar en la noche.
- ¿qué que haga?, un médico alemán nos dijo, que era por la distancia de su país, por el cambio de clima, por esto y el otro, ella se iba secando día a día , y por más cuidados que le daba, no avanzaba, ni ella ni la criatura. No conseguimos a una mujer de las muestras en todo Misiones que quisiera mirarla, sólo el doctor, Altmann se llamaba, y su hija Frida.
Me aconsejó que la llevara a pasear y mucho de comer, así que un día, pusimos de todo bueno en una canasta y nos fuimos a tomar el feraj al río Paraná. Tu abuela caminó por la orilla, estaba contenta, la cara con más color y, aunque ya había visto antes camalotes, se detuvo ante uno, que aparecía sólo entrelazado en la maleza, como perdido, se sentó y lo miró un rato largo.
- Mira que flor alabada tiene, es un azul muy fuerte, y es maravilla que las hojas toquen el agua, y no se hunda, y el pobre está solo, siempre hay grupos, se habrá alejado, quién sabe buscando que, como las personas nos vamos de nuestros hogares para encontrar nuestro mazal, a veces bueno y a veces buscamos, buscamos y agora, la pobre de mí ¿que encontré?, soledades, selvas, campos, mosquitos y lasdrar de la mañana a la noche, que alegrías tengo en la vida?, vo a parir y que el huerco no me quite a la criatura, em primero el Dió.
-
Pasaron unos días y no encontré a Janula, la llamamos, salimos medio pueblo, busca que te busca, y al final, la vimos, sentada y hablándole al camalote, seria, con gestos y muecas.
- Bre, Janula, ¿cúalo estás haciendo, loca salites, se te secó el meoyo, a los arbustos, a los árboles se habla?, mira que es pecado grande, hay un solo Dio, la perdites, bre mujer, vamos despacito para la casa.
Janula me miró, pareció despertarse, un brote de vergüenza le atravesó la cara y nos contestó en voy baja :
- Na, le estoy contando mis dertes, ella me escucha, también tendrá los suyos, no ven que las otras se fueron, que está sola y seca.
- Seca, no, bromeó la hija del doctor, no ve señora que está sobre el agua?
Entonces le escribí al dueño del magazine. Lo entendió y volvió a darme la colocación en
Posadas, aunque a los tres años, logré tener mi propio negocio, y nacieron mis demás hijos, porque a Estrella, tu madre, mi mujer la tuvo sana y buena, no sé si así hubiera sucedido si nos hubiéramos quedado en Oberá.
- Me olvidaba, cuando pasamos con el carro hacia Posadas, Janula quiso despedirse de la planta. No te mojes los pieses - le avisé. El Dio que te de, la buscamos y buscamos, por aguas, lagos, pantanos, pero no estaba, oíamos los ruidos de la selva, veíamos el volar de las mariposas, el grito de los animales, eso si que era monte, hace noventa y pico de años.
- Se fue con los suyos -dijo tu abuela-, la habrán venido a buscar, o ella sola procuró encontrarlos, el Benadan no puede vivir solo, na agora me está desapareciendo la estrechura en la boca del alma.Así es como nos fuimos a Posadas, Janula mejoró, le vinieron las ganas, de la angusina preta pasó a trabajar para la comunidad. Éramos unos mil djidiós, hicimos un Talmuth Torá, terminamos el Templo, las mujeres cocinaban y cosían para los pobres o los nuevos venidos, nos juntábamos para las fiestas, decíamos las selijoth, hasta bailábamos y cantábamos, pero sobre todo hablábamos muestra lengua, leíamos las cartas de todos y festejábamos los casamientos tres días enteros, con sus noches, Janula tenía razón, como podíamos estar tan solos en ese cabo de mundo, como si venir a la América no hubiera sido bastante.
- Bueno, mira, Kike, para que te quede mejor dibujada, hazle unas ramas detrás o un estanque y árboles que casi tapen el cielo, así era Misiones, un vivero al aire libre.
- Ya está bueno, pero me olvidaba de contarte, nos vinimos a Buenos Aires en el cuarenta y cuatro, alquilé la casa y el negocio, aunque después no vi jaire de los alquileres. Ah, no te lo dije, pero cuando buscábamos con Janula, por última vez la planta, mientras yo la convencía de que se había ido con las otras de su especie, sin que ella lo notara pisé un tallo hueco, me alejé para limpiarme la bota y vi despedazada una flor azul, ya mustia, y a mi también se me estrechó el corazón, pero, hay tantas flores y colores en la selva que me fui rápido y no quise pensar que podía ser la del camalote buscado.
Amán, amán: interjección turca / Mabulana: montón, cantidad / Benadames, por extensión, seres humanos / Parás: dinero, plata / Feraz fresco, brisa / Lasdrar: trabajar fuerte y obligado / Papus: viejos, ancianos / Mazal: suerte, destino favorable / Pishin: rápido, enseguida / Bre: apócope de hombre o mujer para calmarlo / Angusina preta: angustia negra / Tefilá: oración / Selijot: oraciones de perdón / Dertes: penas, problemas / Talmut-Torá: escuela hebrea / La perdites: condensación de perdiste la razón / Djidió: judío / huerco: diablo / Jaire: beneficio, resultados.
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