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- El profesor usa la denominación: “judeoespañol-travestido” para definir esta etapa de la lengua judía en que incorpora numerosos vocablos y modismos del francés.
- La presencia de las lengua romances fue importante en el Imperio Otomano, donde el italiano competía en protagonismo con el francés.
En Salónica hubo gran impacto del italiano sobre el judeoespañol. Muchos judíos allí eran estibadores del puerto en tal cantidad que en Iom Kipur se suspendía la actividad del puerto. Hasta la mitad del S. XIX, los griegos y los armenios eran los que tenían posiciones importantes en la administración del Imperio y en esa época eran franco parlantes los que formaban parte de esa elite, los judíos no lo hablaban.
- En 1856, hubo presiones de franceses e ingleses por lograr presencia en tierras del imperio, por ser aliados en la guerra de Crimea contra Rusia. Paralelamente, filántropos judíos de Europa Occidental, ayudaron a las comunidades del Imperio influyendo para que obtuvieran cargos en la administración del sultán, pero aquellos no conocían el francés. Para lo cual se creó y estableció la Alliance Israelita Universelle a partir de 1865. El conocimiento del francés era una puerta de acceso a otro nivel social y para la obtención de cargos administrativos, ya que daba derechos a ingresar en una suerte de escuela de traductorado y administración del sultán.
- Estos cambios sociales dieron lugar a la formación de lo que se ha denominado judeoespañol enfrankeado, término que va asociado al concepto de “a la franca” con que se denominaba a todos aquellos que se comportaban y vestían al estilo de la Europa occidental de la época. Es una re-europeización de la lengua de los sefardíes. La adopción de esta forma de la lengua, de alguna manera, liberaba a las comunidades de la lengua de los rabinos, orientándose hacia una manera republicana y “a la francesa”.
- En dos generaciones los sefardíes de las distintas ciudades se hicieron francófonos, como ejemplo está Albert Cohen que emigró de Corfú a París y sostenía que entre los años 1920 y 1930, París se había convertido en la “capital sefaradí”.
- Hay dos modelos para explicar el afrancesamiento del judeoespañol:
a) El que considera que el francés absorbe al judeoespañol, pierde su “turquización” y sus hebraísmos, y así en parte su “sensibilidad”. Posición que el Prof. Aslanov califica de pesimista.
b) El de convertirse en idioma colateral, fenómeno en que hay un idioma sostén (desarrollado) y otro (el judeoespañol) encerrado, con menos desarrollo. De esta manera el djudezmo logra crecer, modernizarse, actualizarse en su léxico y en su fonética.
- El término diglosia empleado por los especialistas, consiste en definir el siguiente fenómeno, que se produce en determinado momento:
· Por un lado hay una lengua ALTA (A) que es dominante, hegemónica
· Por el otro hay una lengua BAJA (B) que es vernácula, colateral
En este caso concreto y hasta la llegada del francés al Medio Oriente, la situación de diglosia era la siguiente
En el sitio”A” estaban el hebreo y el ladino (lengua calco, de uso litúrgico, no hablada)
En el sitio “B” se encontraba el judeoespañol
Al llegar y extenderse el francés, la situación se modifica de la siguiente manera
En el sitio “A” se encuentran el francés y el judeoespañol afrancesado
En el sitio “B” el judeoespañol vernáculo y el turco
Aún en la actualidad en Turquía, todo aquel que sabe judeoespañol conoce perfectamente el francés., hay colateralidad.
- La influencia del italiano en el imperio otomano se puede ver en el genovés hablado por los griegos en la isla de Kios, también se escuchaba el veneciano, el toscano y el italiano general.
- Wagner (origen alemán) trabajó en EEUU, extendía las huellas del español antiguo en el judeoespañol. Acuñó el término Spangnolish, equivalente a españolit, que tiene fronteras cercanas con el francés levantino.
- En 1683, al ser sus ropas rechazadas de Austria, comienza la declinación del Imperio Otomano. Las tentativas de modernización ante su inevitable caída, incorporó a los judíos, que dejaron sus puestos en actividades primarias, muchos eran estibadores y comenzaron a acceder a puestos profesionales.
- Hubo tentativas de intelectuales austrohúngaros, estudiantes de Bosnia en Viena, dirigidas a reformar el judeoespañol, acercándolo al español moderno.
(*) Los datos de este artículo, redactado a pedido de algunos lectores de Argentina que no han podido concurrir al seminario organizado por Sefaraires junto a AMIA y la Universidad Maimónides, provienen de apuntes escritos tomados durante la conferencia. Por lo tanto puede hallarse información incompleta y eventualmente deslizarse algún error en la exactitud de la información.
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