Esta carta en hebreo ya fue enviada a los 120 parlamentarios de la Knesset, incluido el destinatario. Se han recibido respuestas satisfactorias de los mismos.
Doctor Tibi:
Hacía mucho tiempo que quería escribirle esta carta, pero el problema es que no sabía como encabezarla. Darle el tratamiento de Javer Knesset creo que no le resultaría muy agradable, pues la Knesset es el Parlamento de Israel, está integrado por ciudadanos israelíes, y usted se considera palestino. Tampoco, y por el mismo motivo, puedo tratarlo de compatriota. Así que opté por su título académico (aunque no se si lo aceptará, dado que lo obtuvo en una universidad israelí).
Pero vamos al tema de estas líneas.
El que le escribe es un judío que no tuvo el privilegio de nacer acá, en Israel (así que puede comenzar a tratarme de "inmigrante insolente"), pero cuyas raíces están en esta tierra, la siente latir en su corazón, se confunde con su sangre, y se siente unido a ella por cientos de generaciones que la soñaron.
Dígame Dr. Tibi, ¿cuántas generaciones de su familia nacieron y crecieron acá? Seamos generosos, digamos que sus antepasados llegaron con la conquista musulmana del siglo VII… ¡Y ACA YA ESTABAN MIS ANTEPASADOS!, o al menos las tumbas de muchos de ellos.
Usted, que estudió en Israel, que tiene privilegios de parlamentario en Israel, sin embargo, fue al entierro del asesino de muchos de sus compatriotas (tanto judíos como musulmanes), George Habash, asesora a un terrorista que quiere destruir al estado que a usted le dio educación, en plena guerra contra los terroristas de Hizbollah y de Hamas se pone de parte del enemigo, no pasa de ser un simple y vulgar traidor.
Usted tuvo la desfachatez en la Knesset de tratar de "inmigrante insolente" a alguien que tiene más derecho que usted a esta tierra, pues él no llegó con las hordas invasoras islámicas, él no fue uno de los tantos beduinos que a principios del siglo XX se establecieron en la región, sino que ÉL ES UN JUDIO QUE RETORNÓ A LA TIERRA DE SUS ANTEPASADOS, como yo lo hice.
Si, esta es la tierra del pueblo judío. Cada piedra, cada árbol, cada montaña, transpira historia judía. Cada una de las ciudades es una parte de nuestros recuerdos. Y ni que hablar de la Ciudad de las Ciudades, Jerusalén, NUESTRA CIUDAD, NUESTRA CAPITAL.
Se que esta carta a usted lo va a molestar mucho… y no me importa.
Se que si le digo que Israel fue, es y será un ESTADO JUDIO le va a molestar mucho… y no me importa.
Se que si le digo que un judío, ya sea ruso, argentino, etíope, yemenita, y de cualquier país que se le ocurra, tiene más derecho que usted a esta tierra, le va a molestar mucho… y no me importa.
Y no me importa si le molesta cuando le digo que usted y sus cómplices tienen muchos países árabes para elegir, países en los que se van a poder declarar palestinos, pues en este, mi pequeño y tan vilipendiado ESTADO JUDIO no hay lugar para traidores y cómplices de criminales.
Doctor Tibi, tenga un rapto de honestidad. Quítese la careta. Renuncie a la Knesset (un lugar en el que no merece estar) ¡Y VÁYASE A RAMALLAH!
Israel Winicki
UN JUDIO, CIUDADANO DE UN ESTADO JUDIO
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