Activistas de la organización Yad LeAjim, y refugiados de Gush Katif que viven en Nitzanim, rechazaron recientemente una donación de 21.502 shekels (más de 5.000 dls.) proveniente de una organización de misioneros. Sin embargo, un donante de Venezuela cubrió la brecha.
Un grupo de misioneros donó dinero para la ciudad de Nitzanim, donde habitan ex residentes de Gush Katif. Cuando los residentes le preguntaron al Rabino Shlomo Aviner, director de la Ieshiva Ateret Cohanim, y gran rabino de Beit El, si podían aceptar el dinero, él determinó que aunque está prohibido beneficiarse de ese dinero, sería apropiado para la comunidad que donara el dinero recibido a Yad LeAjim, una organización que lucha contra el activismo misionero.
El Director de Yad LeAjim, Rabi Shalom Dov Lifshitz, declaró que si bien existían licencias halájicas para que esa organización recibiera el dinero, él personalmente no podía hacerlo. "Nosotros luchamos contra toda forma de activismo de los misioneros cristianos para convertir a los judíos, en especial en Eretz Israel, y no podemos legitimarlos de ningún modo", manifestó.
Poco después de rechazar el dinero, Rabi Lifshitz recibió un llamado telefónico sorpresivo de un filántropo anónimo venezolano que se ofrecía a reemplazar la suma rechazada.
"Me sentí profundamente conmovido (por su rechazo a aceptar dinero proveniente de los misioneros), especialmente a la luz de la difícil situación financiera que afecta a todos. No pude permanecer indiferente, y quiero entregarle una donación por el mismo monto", le dijo el filántropo.
Rabi Lifshitz dijo que la donación era una señal de Hashem que confirmaba que había actuado como correspondía.
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