Los jóvenes beduinos sufrieron más de traumas psicológicos que sus contrapartes judíos a causa de los lanzamientos de misiles desde Gaza ocurridos durante el mes de noviembre pasado, de acuerdo con un estudio de la Universidad Ben Gurion del Neguev. Se trata del primer estudio conducido luego de las dos semanas de intenso fuego proveniente de Gaza y su subsiguiente Operación Pilar de Defensa. La Prof. Shifra Sagy, la Dra. Sara Abu-Kaf y la Dra. Orna Braun-Lewensohn, del Programa sobre Manejo y Resolución del Conflicto, entrevistaron a 78 jóvenes judíos y a 91 beduinos del Sur de Israel en relación a sus reacciones ante la andanada de cohetes arrojados a esa región por el Hamas de Gaza. Durante la semana de guerra transcurrida en Noviembre los terroristas de Gaza arrojaron más de 1.000 cohetes sobre Israel. Muchos de ellos cayeron en zonas abiertas del Neguev –zonas donde se suelen encontrar campamentos de beduinos. De este modo, los beduinos del sur de Israel sufrieron el mismo daño –o aún uno superior- que judíos y árabes que viven en ciudades en las que era más probable que el sistema Iron Dome fuera empleado para derribar los misiles antes de que cayeran en zonas pobladas. “Los jóvenes beduinos no sólo sentían una ansiedad mayor sino que estaban más enojados por la situación que sus contrapartes judías”, expresó Sagy, directora del Programa y directora del Centro Martin-Springer para el Estudio del Manejo del Conflicto y de su Resolución. “El nivel menor de recursos para enfrentar la situación de los beduinos parece estar relacionado con la angustia y el stress psicológico de los mismos”. Muchos más jóvenes beduinos que judíos también creían que la Operación Pilar de Defensa no tendría un efecto de corto ni de largo plazo en la intercepción de cohetes, según el estudio realizado. Por el contrario, los jóvenes beduinos tendían más a creer que el conflicto árabe-israelí debiera ser resuelto de manera pacífica que su contraparte, los jóvenes judíos, que creían que era más probable que hubiera guerra y conflictos antes de poder conseguirse la paz, según lo demostró el estudio. Según Sagy, una de las formas de evitar el stress psicológico es contar con un elevado nivel personal de resiliencia, que depende de la coherencia- un término psicológico referido a cómo uno maneja el mundo a nivel cognitivo, emocional y conductual. Las mediciones de este factor de coherencia en jóvenes beduinos arrojaron que el mismo es inferior entre los jóvenes beduinos que entre los judíos, “lo cual también explica su mayor stress psicológico”, explicó Sagy.
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