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Para mantener a distancia al médico no alcanza con tan solo una manzana por día.
Usted necesita consumir ciertos nutrientes a fin de mantener sano y vigilante su sistema inmune, especialmente durante la estación de las gripes, cuando es mucho más factible que uno se enferme.
Estos nutrientes pueden ser hallados en abundancia en algunos alimentos. Los siguientes alimentos pueden agregar una herramienta más en la lucha contra la gripe para adicionar a su plan de alimentación de invierno.
Yogur
Los probióticos que se encuentran en el yogur, según lo descubrieron las culturas que tienden a una vida sana y activa, son una bacteria saludable que ayuda a mantener el estómago y el tracto intestinal libre de gérmenes que causan enfermedades.
Si bien ellos se pueden encontrar en formas de suplementos, un estudio de la Universidad de Viena, en Austria, descubrió una dosis diaria de yogur equivalente a un pequeño pote, resultaba tan efectiva para reforzar la inmunidad como tomar píldoras probióticas.
En un estudio sueco realizado sobre 181 empleados de fábricas, aquellos que tomaban un suplemento diario de Lactobacillus reuteri, un probiótico específico que parece estimular la producción de glóbulos blancos en la sangre, habían tomado un 33% menos de días francos por enfermedad que aquellos a quienes se les había dado un placebo.
Cualquier yogur con un sello de garantía contiene esa bacteria beneficiosa.
Avena y Cebada
Estos granos poseen beta-glucan, una clase de fibra con capacidades antioxidantes y antimicrobiales. Cuando los animales ingieren estos componentes son menos pasibles de contraer gripe. En los humanos, favorece el sistema inmunitario, apresura la curación de lastimaduras y puede ayudar a que los antibióticos actúen mejor.
Ajo
El ajo contiene un ingrediente activo –la alicina- que combate las infecciones y las bacterias. En un estudio realizado por investigadores británicos se les suministró a 146 personas durante 12 semanas y al azar, un extracto de ajo y un placebo. En este estudio, los participantes que que tomaron es extracto de ajo tuvieron dos tercios menos de posibilidades de resfriarse.
Otros estudios sugieren que las personas a las que les gustaba el ajo y habían comido más de seis dientes de ajo en una semana tuvieron una tasa del 30% menos de posibilidades de contraer cáncer colorectal y un 50% menos de contraer cáncer de estómago.
Sopa de pollo
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nebraska sobre 13 marcas distintas, estos descubrieron que salvo una, todos los productos consistentes en fideos saborizados con gusto a pollo, bloqueaban la migración de glóbulos blancos en procesos inflamatorios. Este es un importante descubrimiento dado que los síntomas de resfríos son una respuesta a los glóbulos blancos que se acumulan en los tractos bronquiales.
El caldo salado de sopa también mantiene la mucosa delgada, del mismo modo que los remedios contra la tos. Si se le agregan condimentos tales como ajo y cebollas, estos pueden potenciar el poder pro-inmune de la sopa.
Te
Un estudio de la Universidad de Harvard descubrió que las personas que tomaban cinco tazas por día de té negro durante dos semanas, tenían 10 veces más de interferon en su sangre que los que habían tomado un placebo en forma de trago caliente. El interferon es una proteína importante natural producida por el cuerpo humano para combatir las infecciones producidas por virus y bacterias malignas. El aminoácido que es responsable de esta estimulación del sistema inmunitario es la L-teína, que se encuentra abundantemente tanto en el té negro como en el verde.
Carne
La deficiencia en el Zinc es la carencia nutricional más común entre la población adulta norteamericana, en especial entre los vegetarianos y los que limitaron su ingesta de carne, una fuente primordial de este mineral que ayuda al sistema inmunitario. Esto es lamentable dado que hasta una pequeña deficiencia de zinc es capaz de aumentar el riesgo de una infección. El Zinc es importante para el desarrollo de los glóbulos blancos que son los que reconocen y destruyen la invasión de bacteria y virus.
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