Un hombre sentado en el tren, manipulando su Iphone, podría estar jugando a algún juego, o podría estar estudiando Talmud, hablando a través de Skype con algún socio en Israel o incluso estudiando Hebreo. “La tecnología de los móviles pueden ayudar a practicar el Judaísmo” afirma Barry Schwartz, CEO de Rusty Brick, una compañía de software que creó más de 30 aparatos móviles judíos. “Esto es el futuro. Adonde quiera que vaya –un aeropuerto, una sinagoga- la persona está buscando información y rezando”. “La tecnología móvil está aumentando el estudio tradicional y el modo en que la gente llena su tiempo libre”, afirma Rabi Jack Kalla, de Aish HaTorá, que fuera precursor de la difusión digital de Judaísmo durante muchos años a través de videos, publicaciones digitales y una extensa red de internet. Recientemente, Aish ha producido su primer aparato móvil, que reproduce el contenido de su sitio web para artefactos móviles. Internet está donde está la gente, y es el medio para llegar a la gente hoy en día. Las organizaciones judías en todo su espectro están aprovechando el desarrollo de los aparatos móviles y de la tecnología digital para llegar a nuevas personas. “No será el nuevo modelo del futuro; ya es el nuevo modelo”, afirma Rabi Simja Backman, director del sitio web AskMoses ,“es un nuevo camino, y nosotros lo tomaremos”. Este sitio, creado para llegar a quienes no tienen contacto con rabinos, ofrece charlas en vivo con profesores del sitio. A comienzos de este año, el sitio lanzó un programa de mensajes de texto. El sitio web lanzó recientemente su primer aparato móvil como parte de una estrategia más amplia para continuar llegando a gente de todos lados, estén donde estén. Las redes sociales son todo un nuevo mundo para los judíos y el Judaísmo. Las opciones son ilimitadas. El Talmud de Shottenstein, de Art Scroll, recientemente fue adaptado para iPhone y para iPad. Esto permite a los usuarios tener traducciones en el acto, seleccionar pasajes específicos y saltar rápidamente de una sección a la otra. “Esto descubre todo el universo de literatura judía de los últimos 2.000 años”, dice Rabi Zlotowitz, “poniéndolo literalmente al alcance de nuestra mano. Cuando uno puede verdaderamente interactuar con las palabras de una página, cambia la forma de comprender lo que se está estudiando”. Con el avance de la tecnología a pasos agigantados, no resulta claro cómo será la educación judía dentro de 20 años, o incluso dentro de cinco años, pero el mundo judío parece estar preparado para el desafío. “Todas estas cosas nos permiten poner en práctica nuestra tradición y nuestro Judaísmo en formas que hasta hace unos pocos años resultaban inimaginables”, dice Rabi Backman. “Yo no sé hacia donde nos conduce, pero va a ser un fenómeno”, concluye diciendo.
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